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Álvaro Ballero y Ludmila Ksenofontova, quienes se conocieron en el programa de TVN "Estrellas en el hielo" en 2008, han decidido separarse después de 17 años juntos. La pareja contrajo matrimonio en 2008 y formaron una familia con cuatro hijos: Milla, Vika, Ivana y Santino. Ballero destacó el respeto y cuidado hacia sus hijos en común, mientras que destacó a Ludmila como la mejor madre para ellos, a pesar de la difícil decisión de separarse debido a los últimos años de dificultades en la relación.
Durante más de 17 años estuvieron junto Álvaro Ballero y Ludmila Ksenofontova, en una historia de amor que comenzó en un programa de televisión.
Corría el año 2008, cuando la bailarina rusa llegaba a ser parte del programa, Estrellas en el hielo de TVN, donde tenía la misión de ser pareja del exchico reality, quien participaba del programa.
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Allí, el ganador de Protagonistas de la Fama quedó flechado a primera vista de su compañera del espacio televisivo, el cual conducía Karen Doggenweiler y Rafael Araneda.
Tal fue el amor de Álvaro Ballero hacia Ludmila Ksenofontova que se la jugó con todo, y a los tres meses de comenzar su pololeo, decidió dar el siguiente paso en su relación.
Es así como la feliz pareja contrajo matrimonio en octubre de 2008, instancia en la que comenzaron a construir su bella familia.
La familia de Álvaro Ballero y Ludmila Ksenofontova
Con el paso del tiempo, decidieron convertirse en padres, es así como llegó su primera hija, Milla, quien ahora está dedicada al deporte y tiene 14 años.
Posteriormente, Álvaro Ballero y Ludmila Ksenofontova dio la bienvenida a Vika e Ivana, sus pequeñas de 12 y 10 años respectivamente, las que también siguen los pasos de su hermana mayor en diferentes disciplinas deportivas.
Años más tarde, específicamente en 2018 y de manera sorpresiva, la familia recibió al más pequeño de la familia, Santino, quien ya tiene 7 años de edad.
Se debe precisar, que ante el quiebre de la pareja, ambos pidieron respeto por su decisión personal, además de hacer énfasis en el cuidado de sus cuatro hijos en común.
"Este es el proceso más difícil y doloroso de mi vida, aquí no hubo engaño, pero los últimos años han sido tan difíciles que han afectado inevitablemente a la relación", señaló Ballero.
Y continuó: "Le deseo a Ludmila lo mejor, porque para mí seguirá siendo la persona más importante e inspiradora en mi vida y la mejor madre que mis hijos podrían haber tenido".



