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En una entrevista en Te lo Cedo de Zapping Sport, Ignacio Bahamondes, peleador chileno de UFC, reveló su determinación por lograr el título mundial, destacando su convicción, entrenamientos con campeones como Yair Rodríguez, y su enfoque en el combate frente a Topuria. Expresó su deseo de traer un evento UFC a Chile, enfrentarse a brasileños y argentinos, y cambiar su canción de entrada por We Are Sudamerican Rockers. Bahamondes se mostró como un hombre de familia, amante del tequila, y dedicado a su esposa, a quien apoya económicamente. Con firmeza, afirmó que pelea por competir con los mejores, visualizando con claridad su camino hacia ser campeón mundial en dos años.
En una entrevista con el programa Te lo Cedo de Zapping Sport, el peleador chileno de UFC Ignacio “La Jaula” Bahamondes abrió su vida y carrera con total sinceridad, revelando desde sus sueños y estrategias deportivas, hasta su vida personal y su visión como competidor.
Bahamondes le dejó claro a Rodrigo “Sepu” Sepúlveda, conductor del espacio, que su mentalidad está fija en el título mundial: “Yo nací para ser campeón", señaló.
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Luego agregó, "Todo lo que me ha pasado en mi vida —lo bueno, lo malo y lo peor— es la vida de un campeón. Estoy convencido desde muy pequeño que esa ha sido mi meta, y no voy a descansar hasta lograrlo”, afirmó con determinación.
El luchador chileno destacó que su convicción está cimentada en años de esfuerzo, entrenamiento con campeones como Yair Rodríguez y Belal Muhammad, y un trabajo constante. “Tengo el talento y además trabajo duro; es solo cuestión de tiempo”, aseguró.
En la conversación, el "Sepu" le preguntó por un posible combate con el campeón hispano-georgiano Ilia Topuria. Bahamondes no dudó en aceptar el reto: “Si a mí me preguntan, cualquiera que tenga el cinturón, yo quiero pelear con él… Topuria está en un gran momento, pero nadie es invencible. Solo falta la receta perfecta para ganarle”.
Sobre su estrategia frente al español, el chileno detalló que evitaría un intercambio directo de golpes, aprovechando su mayor alcance y estatura para mantener la distancia con patadas frontales y buscar una rodilla al centro como golpe clave. “Sería estúpido querer fajarme con él. Tengo muchas herramientas para ganar a distancia”, explicó.
Además, Bahamondes dirigió un mensaje directo a Dana White, presidente de la UFC: “Primero, le diría gracias por la oportunidad. Segundo, que estoy listo para grandes cosas. Y tercero, que tiene que venir a Chile. No peleo de local desde los 19 años y necesito volver a sentir eso”.
El peleador aseguró que uno de sus próximos grandes objetivos es traer un evento UFC al país: “No solo llenamos el Movistar Arena, sino que lo reventamos si peleo en la estelar”.
Además, confesó que le “encantaría enfrentar a un brasileño para hacer un clásico Chile vs. Brasil. También un argentino sería espectacular. La verdad, cualquiera, porque ya pelear en Chile sería un sueño”.
En un emotivo momento, Bahamondes reveló que, en caso de pelear en nuestro país, cambiaría su canción de entrada actual Las Avispas de Juan Luis Guerra por la emblemática canción de Los Prisioneros We Are Sudamerican Rockers.
"No peleo por la plata, peleo porque me gusta competir con los mejores"
Ignacio Bahamondes, figura de la UFC, mostró su lado más personal al confesar que es “súper ermitaño”, priorizando su familia sobre la vida social. “Lo único que quiero es estar en mi casa, descansar, ver una serie y compartir con mi esposa y mi bebé. No me gusta salir mucho”, comentó.
Sin embargo, cuando le toca celebrar su preferencia es clara: “Soy bien de tequila, me gusta ir fuerte altiro… Viví mucho tiempo con mexicanos, así que el tequila es mi veneno a elección”, señaló entre risas.
Ignacio Bahamondes habló con orgullo de su familia, en especial de su esposa, también peleadora, con quien comparte entrenamientos y su particular “terapia de pareja” en el gimnasio. “Nos ahorramos en terapia, más fácil boxearnos y patearnos”, bromeó.
Nacido y criado en sectores populares de Santiago, recordó el sacrificio de sus padres, especialmente de su madre, a quien hoy apoya para que pueda vivir sin preocupaciones económicas. “Desde que pude, le dije que no quería que trabajara más. Ahora puede hacer lo que quiera, ser feliz. Yo la mantengo”, comentó con emoción.
Al abordar la fama y el éxito, Ignacio fue categórico: “No peleo por la plata, peleo porque me gusta competir con los mejores. Quiero algún día decir: soy el mejor del mundo”. Incluso dejó la frase escrita en el estudio, con la promesa de estampar su firma cuando alcance esa meta.
Consultado sobre cuánto le falta para alcanzar la cima, Bahamondes señaló con claridad que, a pesar de su último tropiezo ante Rafael Fiziev, sigue con la mentalidad firme: “Una pelea es una raya para el tigre. Estoy número 16 y con unas 4 o 5 peleas, quizás en dos años, puedo ser campeón”.
Con la misma seguridad que lo ha caracterizado, Ignacio reafirmó su meta y fe en el futuro: “En mi cabeza ya soy el mejor del mundo. Ya pasó, ya se hizo. Ahora estoy esperando que llegue”.
