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En "La Divina Comida", Francisco Sagredo emocionó a Renata Bravo al invitarla a conectarse con su niña interior. Recordando su infancia en la avenida La Florida, la actriz, visiblemente conmovida, conversó telefónicamente con su versión más joven para compartirle lo realizado y superado en su vida adulta. Con lágrimas en los ojos, Renata expresó su gratitud por haber logrado cumplir todos sus sueños infantiles, incluido el de la maternidad, y reconoció cómo esas vivencias han marcado su carrera y su felicidad actual.
La noche del sábado, en La Divina Comida, Francisco Sagredo realizó una dinámica que hizo llorar a una de las comensales.
Luego de que el periodista deportivo y Pedro Carcuro agasajaran a sus invitadas, Krishna de Caso y Renata Bravo, con los tres platos, tuvieron un emotivo momento.
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"Renata, cuando tenías seis, siete años, dónde vivías", le preguntó el periodista, a lo que la invitada reveló que "en la avenida La Florida, paradero 18".
Entonces, Sagredo le consultó si tenía teléfono en su casa y ella recordó que sí, pero que "tenía cinco hermanos, así que estaba con candado".
Entonces, el periodista le pasó un teléfono de la época y la invitó a marcar el número y llamar a "la Renata de siete años, y le cuentes cómo han andado las cosas. Conéctate con esa niña, es un muy lindo ejercicio".
La emoción de Renata Bravo en La Divina Comida
La actriz simuló marcar el número y conversó con su versión más joven: "Hola, Tuchi, soy yo, la Renata. Tengo 50 años y la vida ha sido muy buena con nosotras. Todo lo que tú soñaste, ha sido realizado con creces".
Visiblemente emocionada, casi al punto de llegar a las lágrimas, agregó que "¿Te acuerdas de que no querías tener hijos? Tuviste dos niñitas y somos muy felices. Todos tus miedos han disminuido con el tiempo".
"Yo vivo de lo que tú imaginaste cuando niña, todas historias de la casa grande, de los hermanos, de los amigos, son el pan de cada día en mis historias. Gracias, Tuchi. Te amo", finalizó, emocionando incluso al resto de los invitados.



