Con un show de casi tres horas, Paul McCartney dio una impecable cátedra de lo que es hacer un espectáculo de primer nivel en el Estadio Monumental.
El británico hizo vibrar y emocionarse a los asistentes que llegaron de diferentes puntos del país al recinto, sorprendiendo una vez más al público nacional.
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Con un espectáculo que agotó las entradas, Paul McCartney comenzó su concierto con un vIdeo recopilatorio de su trayectoria, para luego dar paso a la música con el éxito Can't buy me love, el cual compuso mientras estaba entre las filas de The Beatles, quienes también protagonizaron algunos pasajes de la cápsula con parte de sus grandes hits.
Desde allí, fue una seguidilla de canciones que todo el público coreó al unísono, haciéndole saber que siempre ha sido parte de las bandas sonoras de sus vidas.
Con 82 años, el artista que llegó a Chile con su gira Got Back tour, mostró que el rock vive en su alma, lo que quedó plasmado en cada uno de sus movimientos en el escenario.
A ello, se sumó el repaso de canciones como Hey Jude, Drive My car, Let it be, Something, Love me do, entre otras, con las que Paul McCartney reafirmó que es una leyenda de la música.
Paul McCartney interactuó con sus fans
El artista trata de conectar con los asistentes a sus shows, tomándose incluso un tiempo para practicar el idioma del país que visita.
Y Chile no fue la excepción, porque Paul McCartney saludó al publicó y lanzó: "Hola chiquillos y chiquillas de Santiago", palabras que sus fanáticos agradecieron entre gritos y aplausos.
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Minutos más tarde, el cantante volvió a interactuar con la audiencia y dijo:
"Qué buena onda volvernos a ver. Esta noche voy a tratar de hablar un poco de español, un poquito".
Posteriormente, cuando llegó el turno de My Valentine, Paul McCartney esbozó: "Escribí está canción para mi esposa Nancy, ella está aquí con nosotros esta noche".
Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con Now And Then, la canción inédita de la banda británica que se lanzó en noviembre de 2023, y que emocionó a sus fans.
De hecho, Paul McCartney también dedicó canciones a John Lennon y George Harrison, sus difuntos compañeros de The Beatles.
El cierre del espectáculo estuvo digno de un artista del nivel del ex Beatle, cautivando por quinta vez en suelo nacional a quienes han seguido su exitosa carrera artística.
