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En la formalización de Robinson Saunders, sospechoso en el caso de Valentina Alarcón, se revelaron detalles clave: el imputado quedó en prisión preventiva por secuestro con femicidio y robo con homicidio. La joven habría ido a la casa de Saunders para comprar drogas, donde consumió sustancias ilícitas con él, resultando en su muerte por asfixia tras resistirse a un abuso sexual. Saunders se deshizo de sus pertenencias, vendiendo su teléfono por droga. La policía, rastreando el celular, logró la detención del sospechoso gracias a la información proporcionada por la nueva dueña del dispositivo.
Una serie de nuevos datos sobre el caso de Valentina Alarcón se revelaron durante la formalización de Robinson Saunders, único sospechoso de la desaparición y homicidio de la joven de 26 años.
En específico, el hombre chileno de 33 años quedó con la medida cautelar de prisión preventiva, mientras que el tribunal fijó 180 días de investigación para esclarecer los antecedentes.
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Inéditos detalles del caso de Valentina Alarcón
En específico, el imputado fue formalizado por los cargos de secuestro con femicidio y robo con homicidio.
De acuerdo a lo informado por Chilevisión, desde Fiscalía precisaron que la joven se dirigió al domicilio donde él se encontraba con el propósito de comprar drogas.
Una vez en el inmueble ubicado en la comuna de La Pintana, presuntamente Valentina Alarcón habría consumido sustancias ilícitas con el sujeto, mismo lugar donde se encontró el cuerpo sin vida de la joven.
Según Fiscalía, la víctima y el imputado estaban en compañía de un tercero, quien sería testigo de lo que pasó.
Lo anterior, ya que Robinson Saunders le habría pedido que fuese a comprar, con la idea de quedar solo con Valentina y así poder abusar sexualmente de ella.
No obstante, la joven puso resistencia, motivo por el que el hombre la habría asfixiado, hecho que terminó por quitarle la vida.
Tras el presunto delito, Saunders se llevó las pertenencias que tenía Valentina Alarcón al momento del ataque, para luego vender su teléfono a 10 mil pesos, con la idea de obtener más droga.
En tanto, el sujeto que compró el aparato se lo regaló a una mujer, quien cambió el chip a uno de otra compañía.
Gracias al trabajo de inteligencia policial y la empresa telefónica, lograron dar con la nueva dueña del celular, y reveló el origen de este, lo que permitió la detención del sospechoso.



