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Un video inédito podría cambiar la dirección de la pesquisa por la desaparición de María Elcira Contreras, de 86 años, vista por última vez el 12 de mayo de 2024 en Limache. El material muestra a un portero del fundo Las Tórtolas subiendo a una camioneta roja, contradiciendo su testimonio previo. El trabajador, identificado como Jacinto Ayala, afirmó no haber abandonado su puesto, pero las imágenes lo muestran actuando de manera diferente. La PDI investiga el tráfico telefónico de Ayala y contactos en llamadas posteriores para esclarecer lo sucedido.
Un nuevo video podría cambiar el rumbo de la investigación por la desaparición de María Elcira Contreras.
Recordemos que la mujer de 86 años que fue vista por última vez el 12 de mayo de 2024 en el fundo Las Tórtolas, en Limache.
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El registro, revelado por la familia de la adulta mayor, mostraría un movimiento no considerado en las diligencias iniciales y que pone en duda la versión de uno de los trabajadores del lugar.
Carla Hernández, nieta de María Elcira, confirmó que el video no estaba incluido en la indagatoria oficial y que podría ser clave para entender lo ocurrido.
“En las imágenes aparece una camioneta roja, doble cabina, que se detiene en la entrada del fundo, justo el día en que desapareció mi abuela”, señaló.
Según explicó, el portero del recinto sube al vehículo y se dirige a otro punto, contradiciendo su propio testimonio ante la policía.
¿Quién es el portero que habría mentido a PDI en caso María Elcira Contreras?
El hombre en cuestión es Jacinto Ayala, de 67 años, quien trabaja como cuidador del fundo desde hace más de dos décadas y reside en el mismo lugar, consignó La Cuarta.
En su declaración, Ayala afirmó que, al enterarse de la desaparición de la adulta mayor, no se movió de su puesto en la portería.
Sin embargo, el registro audiovisual lo mostraría actuando de otra forma.
El trabajador también dijo a la PDI que ese 12 de mayo hubo “gran concurrencia en el fundo” y que un hombre se acercó a preguntarle si había visto a su madre.
“Le respondí que nadie había salido a pie”, aseguró, agregando que en sus años de servicio nunca se había enfrentado a un hecho similar, ya que el recinto “suele ser familiar y seguro para los visitantes”.
La investigación de la PDI incluyó un análisis del tráfico telefónico del portero, el cual ubicó su dispositivo dentro del fundo durante todo el día de la desaparición.
Además, se detectaron llamadas posteriores entre su número y otros contactos.
Una de ellas ocurrió el 6 de junio, y otra, indirectamente vinculada, el 3 de agosto. Los detectives recomendaron identificar a los involucrados para determinar si existe alguna conexión relevante.




