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Comenzó el juicio contra el único imputado por el asesinato de Camila Rojas en Alfalfares, La Serena. El autor confesó haberle propinado alrededor de 100 heridas cortopunzantes, mientras la víctima protegía a su hija de 5 años. Durante el juicio, el imputado declaró haber consumido cocaína y tusi antes del crimen, sintiendo la necesidad de atacar. Testigos relataron que escucharon golpes y gritos la noche del crimen, encontrando a las niñas de la víctima con sangre en la ropa y heridas al día siguiente.
Este miércoles comenzó el juicio contra el único imputado por el crimen de Camila Rojas, joven madre asesinada en julio de 2024, en Alfalfares, La Serena.
El autor, que ya había confesado el crimen, le propinó alrededor de 100 heridas cortopunzantes en distintas partes de su cuerpo, principalmente tórax y cuello.
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Recordemos que la audiencia de formalización se revelaron algunos detalles, como que la víctima habría opuesto resistencia al ataque, protegiendo a su hija de 5 años, que también resultó herida.
Y durante el juicio, el imputado relató haber consumido cocaína y tusi horas antes del crimen. Esto lo dejó desorientado: "Sentí la necesidad de atacar".
“Empecé a apuñalar a la persona que gritaba… después vi que se dividía en dos, una más pequeña al lado”, afirmó, aludiendo a la hija de la víctima.
Hija de Camila Rojas fue hallada "con sangre en la ropa"
Cristi Lemus, testigo en la instancia, entregó su testimonio. Su madre es la propietaria del sitio donde estaba instalada la cabaña en la que vivía Camila y su familia.
La joven declaró que la noche del crimen, mientras estudiaba, escuchó golpes y gritos por cerca de 20 minutos provenientes de los alrededores. Pero no pensó que podía ser algo grave, consignó El Día.
Ante el tribunal, la mujer agregó que en la mañana, a las 9:20 horas, fue alertada por los gritos de la niñera de la hija (5) y hermana (8) de la víctima. Ella llegó al lugar luego de recibir mensajes de audio de una de las menores.
Tras llegar su madre al lugar, esta ingresó a la cabaña donde se encontró con las niñas -la hija y la pequeña hermana de Camila- “sucias, con sangre en la ropa”.
Una de ellas incluso de hecho, tenía el rostro herido.
Ambas menores relataron, según la testigo, que “un hombre malo” había entrado y atacado a la víctima, mientras ellas se escondían.
Señalaron, además, que el sujeto las encerró y les pidió que no salieran y que “dejaran dormir” a Camila.




