Este martes, el diputado Gonzalo Winter reveló que sufrió una situación de acoso similar a la reportada en las últimas horas por los abogados del Presidente Gabriel Boric.
Según trascendió el lunes, una mujer denunció por acoso sexual al mandatario, quien lo acusó de incluso difundir imágenes íntimas de ella. Sin embargo, el gobierno desmintió estas acusaciones y sostuvo que en este caso es el Presidente la víctima de acoso.
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Esto, luego de que se dieran a conocer una serie de correos reveladores enviados por la misma denunciante entre 2013 y 2014.
Una delicada situación que el diputado Winter también aseguró haber experimentado.
Fuen en conversación con Radio Cooperativa donde el parlamentario entregó más detalles sobre esto, indicando que se trata de una “situación compleja” que no es “ni graciosa, ni cómoda”.
“He estado viendo los correos esta mañana y yo he sido víctima de situaciones de estas características, en distintas intensidades, y es un tema que yo creo que está un tanto silenciado en nuestra sociedad y que es muy jodido de analizar. Para mí, por lo que se puede alcanzar a ver de los correos, todo indica que el Presidente fue víctima de una situación de acoso”, comenzó diciendo Winter.
Gonzalo Winter denunció acoso: "Yo no le contestaba"
“No tengo muchas ganas de hablar de esto, pero lo digo porque escuché a un comentarista en la tele decir ‘bueno, pero a una mujer uno no la puede juzgar por sus sentimientos’”, comentó.
“Cuando uno recibe correos todos los días o día por medio de una persona a la cual uno no le contesta los correos y en donde entre medio amenaza con quitarse la vida y cosas por el estilo, es una situación muy compleja de administrar y no es ni graciosa ni cómoda ni fácil como para tirarla, como lo escucho hoy día en la televisión, que decían: ‘Bueno, es una mujer enamorada, a ¿quién se le puede juzgar por sus sentimientos?’ No pues, constituye una situación de acoso”, recalcó.
En ese sentido, Gonzalo Winter ejemplificó con lo que le había ocurrido y aseguró que estas situaciones son “incómodas” para quienes les afectan.
“Además, en los casos que yo he conocido, de los correos se pasa a las visitas no solicitadas, o no acordadas, lo cual también pone en una situación bien complicada”, relató.
“A mí me pasó que iba a mi trabajo, a visitarme, a verme, una persona a la cual yo no le contestaba. Entonces, es acoso, independiente de la virulencia o del contenido sexualmente explícito de los correos”, comentó.
