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Captura | Canal 13
El médico urólogo Pedro Casanueva enfrenta querellas por presunta estafa de dos pacientes con Parkinson en Viña del Mar. Lilia Figueroa y Guillermo Coronado denunciaron un tratamiento experimental con células madre que empeoró su salud y les costó millones de pesos. Sin respaldo clínico ni supervisión, ambos recibieron dosis sin documentación oficial. Casanueva, con antecedentes judiciales, niega las acusaciones, mientras el Colegio Médico y la Fiscalía investigan el caso. Las víctimas esperan justicia tras un episodio que los dejó vulnerables ante un tratamiento fraudulento.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesEn un giro inesperado de los eventos, dos pacientes diagnosticados con Parkinson han denunciado por estafa al médico urólogo Pedro Casanueva por un tratamiento que, según afirman, los dejó en una peor condición de salud y los obligó a gastar millones de pesos.
El acusado, quien actualmente atiende en Viña del Mar, enfrenta querellas por estos supuestos engaños presentados por las víctimas.
De acuerdo a un reportaje de T13, Lilia Figueroa, diagnosticada con Parkinson en 2009, fue una de las afectadas por este polémico método.
En 2024, luego de años buscando una alternativa, se encontró con la propuesta del médico, quien le ofreció una terapia experimental prometía regenerar el tejido neuronal.
Según le explicaron verbalmente, las células madre provenían de mujeres jóvenes en Estados Unidos, aunque nunca recibió documentación oficial, ni un consentimiento informado que respaldara el procedimiento.
Motivada por la esperanza de frenar el avance de la enfermedad, la afectada aceptó. Recibió la primera inyección en la consulta del médico en Viña del Mar, donde la jeringa ya estaba lista, sin rotular, y resultó administrada sin supervisión médica.
Aunque el tratamiento no contaba con ningún respaldo clínico ni supervisión de especialistas, Lilia continuó con el proceso.
Sin embargo, tras la segunda dosis, su condición empeoró de manera alarmante. Actualmente, Lilia depende de cuerdas instaladas en su casa para poder desplazarse, mientras la enfermedad avanza sin freno.
Lo más devastador fue el costo del tratamiento: 20 millones de pesos, que pagó vendiendo su casa, muebles y organizando ventas de garaje.
"Hice todo lo posible. Hoy estoy peor que antes. Fue un rotundo fracaso", lamentó.
El caso de Guillermo Coronado, un profesor y marino mercante diagnosticado en 2008, se suma al listado de afectados, luego que también acudiera a Casanueva, convencido por su supuesta experiencia como coronel de Carabineros en el área de salud.
De manera similar a Lilia, no recibió documentación ni respaldo adecuado del tratamiento.
"Me dijo que no hablara con neurólogos porque ellos no aceptaban los nuevos tratamientos", detalló, añadiendo que recibió tres dosis de células madre sin ningún tipo de supervisión.
Después de solicitar información formal para entregársela a su familia, el médico dejó de responderle y lo bloqueó. Ante esto, Guillermo también decidió presentar una querella contra del especialista.
Cabe señalar que, pese a las denuncias, Casanueva sigue atendiendo en Viña del Mar. Tras ser contactado por el equipo de prensa de Canal 13, negó las acusaciones y aseguró que son infundadas, pero no presentó evidencia oficial que respalde el tratamiento que ofrece.
Además, el acusado tiene antecedentes judiciales previos, ya que fue condenado en 2024 por abuso sexual reiterado contra un menor de edad.
El Tribunal de Ética del Colegio Médico de Valparaíso está revisando su caso, mientras la Fiscalía avanza con las investigaciones por estafa.
Por su parte, Lilia y Guillermo esperan que la justicia tome cartas en el asunto y determine las responsabilidades de un episodio que marcó sus vidas y los dejó vulnerables ante un tratamiento fraudulento.
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