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El Ministerio de Salud encendió las alertas en Chile luego del aumento de contagios de sarampión registrado en Argentina, fenómeno asociado a la histórica caída en las tasas de vacunación infantil y adolescente en ese país.
Frente a este escenario, la ministra Ximena Aguilera confirmó un reforzamiento inmediato de las medidas de vigilancia.
"Una vez conocido el incremento de los casos en Argentina, producto de las bajas de cobertura de vacunación en el país vecino, hemos decidido reforzar el sistema de vigilancia a través de esta alerta epidemiológica y al mismo tiempo reforzar la campaña de vacunación en Chile", señaló.
El brote asociado a una familia uruguaya infectada —ninguno de sus integrantes estaba vacunado— encendió las alarmas en el Ministerio de Salud argentino, que el 24 de noviembre emitió su propia alerta epidemiológica.
Según consignó T13, los cuatro viajeros pasaron por Bolivia y luego circularon por varias ciudades trasandinas como Salta, Liniers, Rosario de la Frontera, Pintos, Totoras y San Nicolás.
El Minsal chileno explicó que el sarampión "es una enfermedad que se transmite por contacto directo por gotitas de secreciones nasofaringeas infectadas o, más raramente, por diseminación aérea".
Entre sus síntomas se encuentran fiebre alta, tos, rinorrea, conjuntivitis y, posteriormente, un exantema que se prolonga entre 4 y 7 días.
Sus complicaciones pueden incluir otitis media, laringotraqueobronquitis, neumonía, diarrea y, en casos muy poco frecuentes, encefalitis.
Aunque Chile eliminó el sarampión en 1992, el riesgo de importación del virus continúa presente, especialmente en un período de alta movilidad dentro de la región.
Además, las autoridades recalcan que no se trata de una enfermedad exclusiva de la infancia: los adultos también pueden contagiarse.
Por ello, el Minsal reiteró el llamado a vacunarse a los siguientes grupos: