Mujer abandonó a sus 6 hijos pequeños en la toma de Alto Hospicio: vivían sin agua, luz, ni techo

El fuerte caso de una mujer que abandonó a sus seis hijos en la toma del Paso La Mula, en Alto Hospicio, Iquique —una de las más peligrosas del norte de Chile—.

De acuerdo a información expuesta por T13, los niños vivían sin agua potable, luz, ni baño, en condiciones de extrema precariedad. Su vivienda estaba construida de madera y plástico, sin ventanas ni techo firme, levantada en la mitad del desierto y expuesta a bandas criminales que operan en el sector.

“La mamá los dejó abandonados ahí, por meses, desde abril a agosto de este año. Sus necesidades las hacían en el patio... Tampoco tenían televisor ni celular, usaban un teléfono solo para alumbrar”, relató la fiscal Virginia Aravena, de la unidad de género de Alto Hospicio.

Mujer abandonó a sus hijos en la toma de Alto Hospicio: el menor tenía 3 y el mayor 15

El hermano mayor, de apenas 15 años, se volvió el sostén de su familia. Trabajó en construcción para comprar comida y cuidar a sus hermanos. “La madre no tenía una vida mala, ella trabajaba, publicaba sus fiestas en Instagram y se despreocupó totalmente de ellos”, agregó la fiscal.

Karina Ávalos, una vecina del campamento, fue quien alertó de la gravedad del caso. "Apenas los vi me derramé en llanto. La niña tenía heridas muy fuertes en la piel", relató.

"El amor que pedían a gritos con sus miradas, eso era lo que más me afligía”.

La historia tuvo un punto crítico cuando uno de los menores sufrió una fractura en el brazo y no pudo ser operado, ya que no había un adulto responsable. Solamente tres de los seis menores asistían a clases, pese a que tenían que caminar más de una hora hasta la escuela.

Tras la denuncia, los pequeños fueron rescatados por las autoridades y trasladados a distintos hogares de protección. La madre, en tanto, fue detenida y formalizada por abandono de menores, quedando en prisión preventiva.
“Estaban en un lugar sumamente peligroso, con síntomas de desnutrición e infecciones. Ahora están separados, pero eso es un mal menor, porque sus vidas corrían riesgo”, concluyó la fiscal Aravena.