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Agencia UNO | CHV
La muerte de Christopher Barrientos, estudiante de TENS en La Pintana, conmueve a sus amigos, quienes lo recuerdan como comprometido con su carrera. A pesar de no tener grandes expectativas al principio, se enamoró de la enfermería durante sus prácticas. Tras la reciente pérdida de otra compañera, Christopher anhelaba titularse con sus amigos. Su vocación, afecto y soporte a los demás destacan en sus amigos, quienes lamentan su sueño truncado de convertirse en profesional de la salud.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesLa muerte en La Pintana de Christopher Barrientos, estudiante de Técnico en Enfermería de Nivel Superior (TENS), sigue generando conmoción.
Recordemos que el joven de 21 años fue víctima de una 'bala loca' mientras caminaba rumbo a cumplir con su práctica profesional, etapa que estaba a punto de finalizar.
En ese contexto, las amistades de la víctima lo recuerdan como alguien profundamente comprometido con la carrera que eligió.
Una de sus compañeras contó en el programa La Tarde es Nuestra que, al inicio, Christopher no tenía grandes expectativas sobre los estudios, pero con el tiempo la vocación lo marcó.
“A él le gustaba mucho. Él dijo que había entrado a estudiar porque sí, pero cada vez que iban pasando las prácticas él se enamoró de lo que estaba haciendo”, expresó.
Sumado a esto, reveló: “La meta que teníamos nosotros era llegar a la titulación juntos”.
Ese anhelo en conjunto se volvió aún más simbólico tras la pérdida de otra integrante del grupo de alumnos. “Hace poquito más de dos meses también despedimos a otra amiga que también era compañera de nosotros”, señaló.
“Christopher quedó muy mal después de eso, éramos muy cercanos… Ahora es despedirlo a él también”, lamentó.
Por su parte, Carla, otra estudiante cercana a Barrientos, desclasificó la última conversación que tuvo con el joven minutos antes de su asesinato.
“Con él compartíamos internado. Minutos antes (de su muerte) me preguntó por sus pacientes, tenía uno especial y yo le di la información, me dijo: ‘Voy a llegar a verlo, amiga, cuídate mucho’”, afirmó.
De esta forma, el círculo más cercano de Christopher destacó no solo su vocación, sino también su carácter afectuoso, su capacidad de apoyar a los demás y un sueño truncado que no llegó a cumplir: convertirse en profesional de la salud junto a quienes lo acompañaron en ese camino.
“Era muy sobreprotector con nosotras, siempre tenía una palabra que nos llenara… Siempre estaba abrazándonos, un niño súper carismático, cariñoso y entregaba amor para todos”, cerró Carla.