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Agencia UNO
Tres meses después de la tragedia en el Estadio Monumental, donde fallecieron dos hinchas de Colo-Colo, el Ministerio Público investiga la posible negligencia del sargento Luis Rojas Salazar, quien manejaba el vehículo involucrado en el incidente. Rojas declaró que el carro lanzagases patrullaba la Avenida Marathon cuando barristas irrumpieron desde el estadio, forzando las rejas. Afirmó no haber percibido el atropello y que el vehículo no superaba los 25 km/h, asegurando que actuaron en cumplimiento del deber.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesTres meses han pasado desde la trágica muerte de dos hinchas de Colo-Colo en las inmediaciones del Estadio Monumental.
El 10 de abril, Mylan Liempi (12 años) y Martina Pérez (18 años) fallecieron en las afueras del recinto deportivo, antes del encuentro entre equipo chileno y Fortaleza por la Copa Libertadores.
El Ministerio Público investiga la actuación de los carabineros, especialmente la posible negligencia del sargento Luis Rojas Salazar, quien conducía el carro lanzagases de ocho toneladas involucrado en el hecho.
En ese contexto, Reportajes T13 dio a conocer las declaraciones del funcionario imputado por un posible atropello en el marco de la investigación que busca determinar responsabilidades.
En la declaración ante la Fiscalía, Rojas explicó que el vehículo patrullaba la Avenida Marathon, cuando aproximadamente un centenar de barristas del equipo "saltaron por la reja perimetral" del estadio. "En ese momento, esta patrulla decide cruzar el pre filtro para verificar la situación", relató el sargento.
Además, añadió: "Algunos barristas advierten que las rejas pueden separarse en el medio de la calzada, ya que justamente se abren para el tránsito de los vehículos policiales, y ellos las forzaron aún más". Según su versión, tras esta acción, el vehículo encendió las luces y redujo la velocidad.
Respecto al momento del atropello, Rojas afirmó: "A su pregunta de si me di cuenta de haber colisionado a una reja o atropellado a una persona, respondo que no. También ante su pregunta señalo que no escuché ninguna advertencia desde afuera del carro ni por radio. Respecto de la velocidad a la que me desplazaba, esta no superó los 25 km/h. Nuestro actuar obedeció estrictamente al cumplimiento del deber y al resguardo del orden público".
El sargento señaló que no fueron conscientes de lo sucedido hasta que el capitán Williams Henríquez, responsable del servicio de ese día, constató el accidente.