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El médico ecuatoriano Christian González reveló escalofriantes detalles sobre la desaparición y muerte de Francisco Albornoz, afirmando no conocer su nombre y explicando que el chef José Miguel Baeza le informó que el joven había convulsionado. Tras intentar llamar a una ambulancia, José Miguel insistió en ocultar el cuerpo, llevándolo envuelto en un cobertor azul oscuro hacia el sur, deteniéndose en un servicentro donde compraron bebidas y papas fritas. González relató que Kai quemó el celular de Francisco en la Ruta 5 Sur, mientras él permanecía en el auto.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesSiguen revelándose escabrosos detalles de la desaparición y posterior muerte del joven técnico farmacéutico, Francisco Albornoz.
Recordemos que hasta el momento hay dos personas detenidas: se trata del chef José Miguel Baeza y del médico ecuatoriano Christian González.
En ese sentido, se dio a conocer la declaración del médico, quien fue el que se entregó a la policía y entregó datos claves para encontrar el cuerpo del joven desaparecido.
Según el detalle de la declaración, dado a conocer en Contigo en la mañana, González afirmó que “nunca supe el nombre de esta persona (Francisco) que estuvo en mi departamento”.
En cuanto a cómo fueron los hechos, precisó que “Kai (José Miguel Baeza) me dice que Francisco había convulsionado. Lo vi convulsionar un poco, en la cama. Le dije a Kai que llamara a la ambulancia, pero decía que no debía él estar acá. Yo le insistí que llamara a la ambulancia”.
En esa misma línea, Christian precisó que “Kai me dice que había que ocultar el cuerpo. Me dijo si yo tenía una silla de ruedas o algo para trasladar el cuerpo de Francisco. Llegó a mi habitación con un cobertor azul oscuro (…) junto a Kai envolvimos el cuerpo con el cobertor”.
En su declaración, el médico precisó que viajaron con dirección al sur, y antes de llegar a la parada definitiva se detuvieron en un servicentro.
“Solo me bajé yo a comprar y Kai permaneció en el auto. Compré dos bebidas Coca Cola, unas papas fritas de esas que vienen en un envase tipo tubo. Esa compra la pagué en efectivo y me costó algo así como 5 mil pesos”, detalló.
Asimismo, recordó que “me estacioné donde están los surtidores de combustible y en ese momento Kai me dijo que necesitaba una roca. No me dijo para qué era la roca, pero yo supuse que era para romper el celular de Francisco”.
Finalmente, González precisó que José Miguel utilizó el envase de papas fritas para quemar el celular de Francisco.
"Me subí a mi auto y manejé por la carretera hacia el sur. Kai encendió el tubo de las papas fritas. Me estacioné cerca de una caseta de SOS de color azul y Kai quemó el tubo y dentro de dicho tubo estaba el celular de Francisco. Esto fue a la orilla de carretera, de la Ruta 5 Sur. Kai se bajó del auto para quemar el teléfono. Yo me quedé al interior del auto”, precisó.