Madre de Claudio Iturra: "Podría haber muerto en cualquier lugar del mundo, y eligió al lado mío"

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La muerte del Papa Francisco a los 88 años trae a la memoria su visita a Chile en enero de 2018, donde la entonces alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga, le regaló un rosario gigante de porcelana fría y lana. Durante el "Encuentro con los jóvenes" en el Templo Votivo de Maipú, Barriga pidió una selfie con el sumo pontífice, generando opiniones divididas en redes sociales. La experiencia fue descrita por Barriga como un momento de energía, amor y espiritualidad, destacando la importancia del templo como símbolo de todos los vecinos de Maipú.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesTras la muerte del papa Francisco, resurgió un recordado momento que protagonizó el sumo pontífice en su visita a Chile en enero de 2018, cuando coincidió con la entonces alcaldesa de Maipú, Cathy Barriga.
El episodio se produjo en el marco del "Encuentro con los jóvenes", celebrado en el Templo Votivo de Maipú.
En esa ocasión, Barriga recibió personalmente al líder de la Iglesia católica en la entrada del santuario y no dudó en pedirle una selfie, donde también apareció su esposo, el diputado Joaquín Lavín León.
La imagen, que generó opiniones divididas en redes sociales, fue publicada por la exjefa comunal en su cuenta de Instagram, donde escribió: "Muy emocionada y agradecida de la vida".
Durante su visita, entre el 15 y el 18 de enero de 2018, el papa recorrió Santiago, Iquique y Temuco.
En la capital, además de reunirse con la entonces presidenta Michelle Bachelet, participó en una misa y compartió con jóvenes en el emblemático templo de Maipú.
En entrevista con el matinal La Mañana de Chilevisión, Cathy Barriga calificó la experiencia con Jorge Mario Bergoglio como “el sello de oro, de energía, amor y espiritualidad que a todos nos hace bien”.
Además, explicó que gestionó la actividad con reuniones previas y destacó la importancia del templo.
“Es de representación católica, pero simboliza a todos los vecinos y vecinas de Maipú”, sostuvo.
La llegada del papa coincidió con la conmemoración de los 200 años desde que Bernardo O’Higgins ordenó la construcción del Templo Votivo.
Según Barriga, recibir al pontífice fue “un logro espiritual con un sentido real”, y reconoció que “no pensamos que iba a ser real”.
En redes sociales, también mostró el especial obsequio con el que quiso sorprender al papa argentino: un rosario gigante, confeccionado en porcelana fría y lana por un grupo de mujeres de la comuna.