Ya son más de 400 los presuntos miembros de una secta cristiana del sur de Kenia que fueron persuadidos para ayunar hasta morir.

Esto para encontrarse con Jesucristo, tras el hallazgo de nuevos cadáveres enterrados en un bosque, informó la Policía.

Según recogen medios locales, se confirmaron 403 muertos, mientras los rescatados con vida se mantienen en 95.

¿Qué se sabe de secta evangélica en Kenia que buscaba encontrar a Jesús?

Asimismo, 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento.

Casi todos los cadáveres de la llamada “masacre de Shakahola” han sido exhumados y sólo unos pocos murieron en el hospital después de ser rescatados.

El pasado 27 de junio, se detalló que, de los 338 cuerpos examinados hasta esa fecha, 117 eran de menores de edad y 201 de adultos, mientras que 20 se encontraban en un estado de descomposición demasiado avanzado para determinar la edad.

Las autopsias también evidenciaron que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de menores de edad, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.

En este sentido, las primeras investigaciones de la Policía apuntan a que los fieles eran forzados a seguir con el ayuno aunque quisieran abandonarlo.

Al menos 37 sospechosos han sido detenidos, y más de veinte permanecen en custodia policial, incluyendo el presunto líder, el pastor Paul Mackenzie.

El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, culpó la pasada semana a las fuerzas de seguridad y a la Justicia de negligencia al declarar ante una comisión creada en el Senado keniano para investigar los hechos.

Según Kindiki, no tomaron las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas anteriormente contra Mackenzie.

Extaxista y bajo custodia policial desde el pasado 14 de abril, el pastor lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas).