Este miércoles se rechazó en la Cámara de Diputados la acusación constitucional contra el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila.

La acción fracasó con solo 69 votos a favor y 78 en contra, en una instancia marcada por los rechazos de los diputados de Evópoli, lo que generó un quiebre al interior de Chile Vamos.

Todo ello, en medio de las críticas del oficialismo, que acusó discriminación y homofobia contra Ávila.

En ese contexto, el ministro reiteró en un punto de prensa que “estoy convencido de que nunca he infringido las leyes ni la constitución”.

“Soy un firme defensor de la democracia, de la constitución y de las herramientas que esta contiene para fiscalizar y mejorar el accionar de las autoridades”, agregó.

Asimismo, indicó que “mi llamado es a cuidar el trato en el mundo político. A respetarnos más allá de las diferencias, a no convertir las justas diferencias entre unos y otros en ataques personales”.

Y le aclaró a los diputados de oposición que apoyaron el libelo, que las puertas del ministerio seguirán abiertas “para que sigamos trabajando en conjunto por lograr estos objetivos que son la mejora en la calidad de la educación“.

Recordemos que la acción acusatoria fue impulsada por las diputadas Francesca Muñoz y Sara Concha, del Partido Social Cristiano, por la agenda de educación sexual impulsada por la cartera.

Posteriormente, a ellas se sumó Diego Schalper (RN), quien apuntó a las denuncias sobre irregularidades en Junaeb.