Informe Especial emitió un nuevo reportaje, que contó el brutal caso de un chileno: desde hace tres años que no puede recuperar a su hijo.

La historia se remonta al 2020, antes del inicio de la pandemia por coronavirus. Nicolás Hadwah estaba casado con una mujer oriunda de Perú, que padecía cáncer.

“Cuando el niño tenía 2 años y medio le aparece un cáncer a mi esposa, no fue curable. Hasta que un día se tomó una decisión, donde ella se iba a ir un mes antes que yo a despedirse de su familia a Perú”, partió contando.

“Con todo el dolor del alma, le tuve que dar el permiso, porque yo no quería que se fuera con mi hijo. Yo tenía pasajes para el 20 de marzo del 2020 para ir a buscarlos”, recordó.

El gran problema es que justo por esos días se cerraron las fronteras, por lo que pasaron cinco meses sin que Nicolás pudiera ir por Jessica y su hija.

“No tenía comunicación con mi hijo, ni con ella porque le quitaron el teléfono. Hasta que llegó el momento de enterarme, por un tercero, que ella había fallecido un día antes: el 6 de agosto”, recordó.

A partir de ese momento, la familia de la madre del menor de edad ha declinado devolver al niño.

El chileno recurrió a las instancias judiciales en Perú, y las ganó todas, siendo la tuición de su hijo la más relevante.

Según detalló Informe Especial, “la justicia peruana dictaminó cinco encuentros, pero de ellos sólo 2 se concretaron, pues la abuela no llegó con el niño”.

En medio de la investigación, a Nicolás le informaron desde el Tribunal de Familia que su causa quedó archivada, porque había ganado todas sus demandas, pero aún no le entregan a su hijo.

“Dice que este caso ya se archivó porque a mí ya me entregaron en calidad de tuición compartida a mi hijo junto con la abuela. ¿Cuándo me han entregado a mi hijo?”, detalló a TVN.

Posteriormente, Nicolás realizó más de un viaje a Perú para poder recuperar a su hijo. La abuela nunca llegó a las citas en tribunales.

En una de las instancias, pudo finalmente verlo: “Me encuentro que el niño va saliendo con la sicóloga, me agacho, lo abrazo y le digo: ‘te amo, soy tú papá'”.

Lo más terrible es que el niño ya no se acordaba de él: “De repente siento unos gorilas arriba mío, golpeándome. Uno era el abogado de la otra parte, me ahorcaba. Yo tenía al niño en brazos, esta gente no respetó eso”.

Si bien la Corte Suprema de Perú dictaminó otra sentencia a favor de Nicolás, aún no puede estar con su hijo.