Hace unos días se dio a conocer el dramático caso de una mujer vietnamita que por casi tres años vivió encerrada en la bodega de su trabajo, sin sueldo y en indignantes condiciones.
Fue hace solo un par de meses, luego que esta madre de 40 años fuera echada a la calle por sus empleadores, que autoridades de la comuna de Cabildo pudo tomar cartas en el asunto.
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Tinh llegó a Chile en 2017 en busca de mejores condiciones laborales, por lo que arribó al local de Li Ye y Dongju Wu que quería a alguien de Vietnam, para pagarle primero un monto cercano a los 400 mil pesos, y luego otro de 800 mil.
Desgraciadamente, al llegar a territorio nacional, se enteró que sus nuevos jefes cambiaron las condiciones laborales. Además de trabajar en este lugar, debía lavar la ropa de sus empleadores, cocinarles, hacer el aseo en todos los lugares del local y en las habitaciones, según consignó Página 7.
Lo peor fue que le dieron un espacio en la bodega para vivir, que no tenía ventanas, ni tampoco baño. Así pasó por casi tres años, sin sueldo, hasta que fue echada a la calle.
En conversación con Mucho Gusto, Tinh contó parte del calvario que vivió: “No sé por qué me hizo esto, me decía ‘no voy a pagar tu plata’ (…) yo veía los baños, cocina, ordenaba, todo lo hacía yo, ellos nada”.
Con un español muy básico, esta mujer relató que no le quedó otra que trabajar bajo las condiciones de Li Ye y Dongju Wu, ya que no tenía familia en Chile, ni tampoco los recursos para volver a su país. Sumado a que tampoco la dejaban salir de la bodega.
El espacio donde ‘vivía’ era muy reducido, no tenía iluminación y era muy frío, por lo que pasó por malos momentos durante todo el tiempo que estuvo en el lugar.
Firmó papeles sin saber leer
Luego de meses sin recibir ningún tipo de remuneración, Tinh confirmó que le hicieron firmar unos papeles. El gran problema, es que ella no sabe leer, ni escribir el español, por lo que no supo cuál era el contenido de los documentos.
“Ella me decía que firmara, y me mostraba otra cosa para firmar, pero yo no entendía y firmé. Nunca me pagó mi plata”, lanzó esta trabajadora.
Según pudo confirmar una vecina que la ayudó, y que fue la que finalmente denunció el hecho, estos papeles eran documentos que explicitaban que Tinh renunciaba a todos sus derechos laborales.
“Ella me contó que vivía en una bodega, pero no se sabía nada más. Nunca supe cómo vivía, hasta después de que empezó a pedir ayuda”, expresó Marcela, que tenía un local justo en frente de este establecimiento.
Tinh además explicó que luego de firmar estos papeles, la dueña del local dijo que le pagaría todo el tiempo que trabajó, sin embargo, nunca pasó.
