El pasado 3 de enero partió el juicio en contra de un padre que fue acusado por su propia hija de haberla violado y de otras conductas sexuales impropias en Punta Arenas.
Tras su detención en Quilpué y envío a prisión preventiva en abril de 2018, esta semana se inició en el tribunal de esa ciudad los alegatos del caso, y este martes se entregó el veredicto condenatorio contra él, por haber violado reiteradamente a la menor de edad desde que tenía cuatro años.
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Las agresiones se habrían originado entre 2010 a 2012 cuando la menor visitaba a su padre biológico en la ciudad, según la acusación del fiscal Fernando Dobson.
Tras cuatro días de juicio oral y de escuchar los alegatos, los jueces Guillermo Cádiz, Jovita Soto y Luis Álvarez, declararon culpable a R.A.G. por el delito de violación impropia reiterada. Decisión que se ajusta al “mérito de la prueba testimonial, documental y pericial incorporada por el Ministerio Público y a la que adhirió la parte querellante y acusadora particular, elementos de convicción que han sido de una entidad suficiente para tener por acreditada la existencia del ilícito”, se especifica en el fallo.
En la instancia también se acogió la agravante de parentesco entre el agresor y la víctima.
La abogada del programa de representación jurídica, organismos colaborador del Sename y querellante, Claudia Guerrero, precisó a El Pingüino que la condena es “por violación impropia y reiterada, ante lo cual la expectativa de pena se acerca a lo que pide la Fiscalía y la parte querellante. El testimonio de la niña fue corroborado por prueba científica con examen sexolígoco por peritos expertos”.
En el juicio se dio a conocer una denuncia por un hecho similar en Quilpué, lo que entregó mayor credibilidad a la causa. Según se detalló, el caso anterior presentaba la misma modalidad para concretar la agresión.
“Fue la Policía de Investigaciones que encontró estos antecedentes mientras intentaban ubicar al imputado, esto fue lo que se expuso en el juicio, que el acusado también habría vendado los ojos a otra víctima para cometer una agresión sexual”, agregó la abogada.
De acuerdo a la información recabada por la Fiscalía y la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la PDI, las agresiones de carácter sexual se concretaron en al menos cuatro oportunidades y en distintos domicilios, incluida la casa de su nueva pareja y la de la abuela paterna.
Cabe señalar que, en línea con lo anterior, el Ministerio Público solicitó una pena de 12 años de presidio en contra del hombre.



