“Después de vivir todo lo que viví, me encantaría que mi experiencia ayudara al mundo de alguna u otra manera, tal cual como me ayudaron ustedes a mi”. Con estas palabras, Felipe Osiadacz, uno de los chilenos detenidos en Malasia, expresó su agradecimiento en marzo pasado.

Recordemos que el 15 de noviembre de 2018, él y su amigo Fernando Candia, fueron condenados de homicidio culposo por la muerte del ciudadano malayo Kuala Lumpur. Por este crimen recibieron la pena de dos años de cárcel. Sin embargo, esta se dio por cumplida, considerando el tiempo que habían pasado privados de libertad anteriormente.

Recordemos que fue el pasado viernes cuando el ministerio de Relaciones Exteriores de Chile confirmó que Felipe Osiadacz había regresado a Chile, con el proceso penal aún abierto en Malasia.

“Es importante señalar que el señor Osiadacz es ciudadano chileno y, por ende, la Constitución y el derecho internacional reconocen su derecho a ingresar a su país, considerando que al momento de su ingreso no existía orden de detención pendiente en Chile ni tampoco de carácter internacional”, señalaron desde desde el ministerio a través de un comunicado.

Cabe señalar que Felipe debía presentarse en el tribunales de Malasia, pero se fugó, sin responder a los llamados durante toda la semana. Así lo señaló en su cuenta de Twitter, el periodista Roberto Cox, quien cubrió todo el proceso en Malasia.

Pero, ¿qué pasará con Fernando Candia? El otro chileno permanece en el país del Sudeste Asiático a la espera de la determinación de la Corte de Apelaciones.

Al parecer, Felipe y Fernando habrían separado sus caminos, ya que incluso estaban hospedándose en distintos lugares. Además, Osiadacz renunció a la representación de la abogada Venkateswari Alagendra durante el mismo mes, la cual permanece defendiendo a Candia.

En este contexto, José Henríquez, director de la Asociación de Pensamiento Penal de Chile, señaló a Las Últimas Noticias, que el regreso de Osidacz a Chile, no debería perjudicar a Candia. “No ha cometido ninguna conducta que dé para pensar que se va a fugar. Al menos, así reaccionaría un juez en Chile”, enfatizó.