Diversos factores, entre ellos la sensación de impunidad, justificarían los grados de violencia a los cuales pueden llegar los chilenos a través de las redes sociales.

Ingresar a Internet hoy en día, significa estar expuesto al “troleo” y al ataque de “haters” (personajes dedicados a difamar, criticar o menospreciar a terceros, sólo con un afán negativo), lo cual se traduce en que las redes sociales se  han convertido en un espacio de violencia.

Conceptos como el ciberacoso y ciberbullyng han estado en la pauta de varios programas de televisión y otros medios. Recordemos que hace poco nos enteramos del polémico caso Nido, el controversial foro de internet en el que se hostigaba a mujeres.

Sensación de impunidad

Una de las principales causas es el anonimato que permite las redes sociales. Así al menos lo explica el psicólogo laboral y director ejecutivo de Smartcoach, Isaías Sharon, a La Tercera. “Primero, es la sensación de impunidad que obtengo por utilizar un avatar o un nombre con el que pienso que puedo decir cualquier cosa. Por otra parte, lo que es importante cuestionarse es de qué manera estamos liberando los niveles de violencia y frustración en los que vivimos. Internet se ha vuelto un espacio donde es posible canalizar esa odiosidad a través del ataque al otro. Da para preguntarnos en qué tipo de sociedad estamos viviendo”.

Mientras que Marcelo Pinto, psicólogo laboral, experto y entrenador de consultores de HPI, enfatizó un poco más sobre las razones por las que los chilenos descargan sus frustraciones en Internet. “En la edad adulta existe la necesidad de identificarse con algo que nos permita establecer vínculos de forma más fácil en nuestras relaciones sociales. Internet, en ese sentido, es un buen espacio para identificarse desde lo proyectivo, desde lo que quiero ser, pero que no necesariamente soy. Esto es un trastorno de personalidad, en donde la persona se suma a distintas masas para poder validar su propio ser”.

¿Internet es un lugar para la doble vida?

“Hoy en día las redes sociales son el nuevo espacio de vínculo, es la plaza donde nos encontramos. Sin embargo, lo que no consideramos es que en Internet todo es apariencia, lo que podemos llamar ‘la mentira digital’“, indicó Sharon.

Es por eso que las personas suelen compararse con esa vida artificial o manipulada que muestran sus conocidos a través de las redes sociales, lo que incrementa su frustración personal y su nivel de violencia interna. “¿Y dónde boto esa frustración? En internet, donde es fácil y gratuito”, agregó.

“Este espacio está prácticamente perdiéndose. Entonces, pedirles a las personas que hagan la diferencia entre su vida cibernética y su vida real, lo que hace es extraerlos de la normalidad, porque quien no está presente, y quien hace la separación, es aquel que quiere marginarse del círculo virtuoso de estar siempre presente”, añadió Pinto.