La cruda historia de Horace Roberts comenzó en 1998, cuando fue acusado de haber matado a Terry Yvette Cheek, quien era su compañera de trabajo y además su amante.

El cuerpo de la mujer fue encontrado en un lago de California, Estados Unidos, muy cerca de donde estaba la camioneta de Horace. Tras hallar a Cheek, pillaron dentro del vehículo el reloj del presunto asesino, por lo que de inmediato fue tomado preso como principal sospechoso.

Durante el juicio en todo momento negó que tenía una relación sentimental con Terry, quien estaba casada, pero el fiscal a cargo del caso lo declaró culpable, por lo que pasaría el resto de su vida tras las rejas.

20 años después de que se dictara sentencia, este caso tomó un dramático giro. Cuando se dice que la justicia tarda en llegar, esta es la prueba, ya que según lo consignado por el portal británico The Times, la justicia estadounidense revirtió el fallo: Horace Roberts en realidad siempre fue inocente.

Pero, ¿cómo pudo ser posible esto después de tanto tiempo? La organización California Innocence Project en 2003 quiso hacerse cargo de este caso, y recién en 2017 logró convencer a la Fiscalía del condado de Riverside que revisara nuevamente las muestras de ADN. Fue así como se determinó que el reloj, que fue la pieza clave en su momento, no era de Horace, sino que de otra persona. Por otro lado, las armas utilizadas para matar a la mujer, tampoco contenían huellas de él.

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Debido a esto, se pudo descifrar que el verdadero asesino era Googie Harris Sr., de 62 años, el esposo de Terry. Este sujeto, con ayuda de su sobrino, Joaquín Leal III, de 52, había organizado todo para que detuvieran a Horace como el asesino de su esposa. Esto porque él sabía de la relación de amantes que tenía la pareja.

De esta manera, el pasado viernes 19 de octubre, Joaquín y Googie fueron arrestados como los responsables de la muerte de Terry Yvette Cheek, mientras que Roberts fue de inmediato puesto en libertad.

Fue así como la California Innocence Project, hace unos días logró captar el momento exacto en que este hombre salió de la cárcel para poder reencontrarse con su familia: “Esto es lo que extraño más que nada; es mi libertad (…) Esto es lo que más amo”, expresó el exconvicto, mientras bebía una botella de Pepsi.

Las imágenes son realmente emotivas, ya que todos los cercanos de Horace siempre confiaron en su palabra, por lo que esperaron por años que algún día fuera liberado.

Michael Hestrin, fiscal de Riverside, en una conferencia de prensa anunció la exoneración del afectado y, de paso, le ofreció disculpas por todo lo que le tocó vivir: “Lo que le sucedió al señor Roberts es una tragedia (…) El trabajo de un fiscal del condado no es ganar condenas en la corte, es buscar justicia en todo momento, siempre, y esa obligación nunca termina”, concluyó el profesional, dando por concluido este controversial caso.