Hace algunos días se divulgó un reportaje del medio español ABC, en el que se acusa a un chileno de 34 años, de hacerse pasar por miembro de la realeza de Liechtenstein, principado ubicado en Europa.

Se trata de Miguel Pardo Oyarzún, quien los últimos años se ha codeado con diversas figuras de monarquías, aparentemente, haciéndose pasar por un “noble”. De acuerdo a este reportaje, Miguel relataba que su padre lo había abandonado y que fue su madre quien lo crió, por lo que no tiene ningún tipo de relación con su familia paterna y que jamás ha estado en Liechtenstein, siendo este el parentesco con la realeza europea.

Aun así, esta identidad le ha permitido a Pardo asistir a exclusivos eventos como exposiciones de arte, eventos políticos y codearse con diversas figuras de la realeza, como el mismísimo príncipe Harry de Inglaterra.

Este rumor rápidamente llegó a oídos de la familia real Liechtenstein, quienes a través de la secretaría del príncipe soberano Juan Adán II, negaron tener algún parentesco con el chileno. “Puedo confirmar que este hombre no es miembro de la Familia Principesca de Liechtenstein”, afirmaron.

En cuanto a su profesión, el chileno asegura que es abogado, sin embargo, no se conocen detalles de la institución en la que se educó o si alguna vez la ejerció. Además, en su página web se denomina como “filántropo” y que se dedica al trabajo humanitario, presidiendo la Fundación Sin Odio.

Fue a través de esa misma ONG, que este jueves Miguel de Lichteinstein, expresó su malestar ante la opinión pública, en un comunicado oficial divulgado por la cuenta de Twitter de la fundación.

La carta comienza señalando que “un reportaje artero, lleno de posverdad, publicado en un diario español, fue reproducido, sin chequear datos ni hablar conmigo o mi abogado, por muchos medios chilenos”, lo que le ha provocado un gran dolor. “Han hurgado en mi vida privada y han llenado páginas con falsedades que también han dañado a mi entorno familiar, mis amigos y a personas con las que he trabajado“, agregó.

Luego, enumera ‘hechos concretos de los que se han dicho mentiras”, aclarando punto por punto.

Me llamo Miguel de Liechtenstein. Es mi nombre verdadero y así lo indican todos los documentos legales chilenos, incluyendo mi pasaporte y mi cédula de identidad. No poseo otro nombre ni ocupo otro en mis actividades comerciales, como abogado, sociales y de filantropía”, asegura.

También aclara que es abogado reconocido en Chile y con potestad para ejercer, indicando que hay documentos públicos que así lo acreditan.

Miguel indica que al dedicarse a la defensa y promoción de los DDHH, principalmente como presidente de la Fundacion Sin Odio, se ha reunido con autoridades, embajadores, ministros de Estado, y que a cada uno de esos encuentros ha asistido como invitado, aclarando, de paso, que “nunca me he colado en ningún evento y siempre he asistido con invitacion, en Chile y en Europa. Más bien me ha ocurrido lo contrario, recibo más invitaciones de las que puedo aceptar, pues muchas personas se sienten atraídas por nuestro trabajo y principios”.

De paso aclara que jamás ha estafado a nadie y que tampoco existe algún proceso judicial que lo involucre, y que pese a que han aparecido personas “a contar historias falsas” de su familia y entorno, él no piensa contestar a esos reclamos debido a que una de sus principales motivaciones es la prevención del odio en las redes sociales.

Por último, expresa que “jamás me he hecho pasar, ni pública ni privadamente, por miembro perteneciente a ninguna Familia, Casa Real o Principesca, de ningún país del mundo y, por tanto, tampoco del Principado de Liechtenstein, por quienes profeso el mayor respeto por su capacidad de dirigir un país próspero, pacífico e institucional. Varios que dicen haberme escuchado esa afirmación; por cierto, ilógica, solo buscan lograr notoriedad en las redes sociales divulgando una mentira”.