La semana pasada se dio a conocer la impactante noticia de Alexis Isabel Chandía, una joven de 17 años que fue asesinada, descuartizada y dejada en un sitio eriazo en la comuna de La Pintana.
El caso estremeció a la población y tuvo un fuerte vuelco luego que Axel Chandía (19), su propio hermano, confesó el crimen ante la policía hace algunos días.
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La noticia ha causado gran revuelo y este lunes, La Mañana de Chilevisión conversó con personas cercanas a la víctima, entre ellas, su abuela materna, Isabel Badilla, quien entregó más detalles de este aterrador suceso.
“Nunca va a volver. El recuerdo de ella, linda la niña… Y lo que saqué hoy del cajón era irreconocible, no puedo creer que se haya ensañado tanto”, comentó angustiada Badilla.
Respecto al día de la desaparición, la abuela de Alexis reveló que fue su nieto —y autor confeso del crimen— la llamó para preguntarle si sabía algo de su hermana, porque era tarde y aún no llegaba a la casa.
“A mi me causó extrañeza, porque la Alexis no es de las personas que abandona el hogar, no es de las personas que se va y ella amaba mucho a su pololo”, relató Isabel.
Por esta razón, fue ella quien decidió interponer una denuncia por presunta desgracia. “Vi que pasan los días y no aparecía (…) Ella no se iba a ir porque era una buena niña, muy ‘casera'”, comentó.
En cuanto al actuar de sus nietos, aseguró que su “corazón está dividido”. “Por un lado está mi nieta, que ya no va a volver nunca más; y por el otro mi nieto, que arriesga una pena muy alta”, afirmó.
Finalmente, sobre el entorno que rodeaba a los hermanos, Badilla confirmó que el presunto asesino se drogaba, específicamente con clonazepam mezclado con alcohol. Además, indicó que la muerte del padre a temprana edad y los constantes abandonos de la madre también podrían haber causado un daño en ellos. “Un padre ausente y una madre casi presente, porque la mamá los había abandonado por segunda o tercera vez”, sentenció.