Tika es el nombre de una perrita que sólo unos pocos pescadores de Chiloé conocían hasta hace algunos días, cuando aún era apodada la “perra náufraga”, pues vivía completamente sola en Tike, un islote deshabitado en Quellón.
Sin embargo, el anonimato de Tika se acabó el día 17 de noviembre, cuando el comunicador Francisco Saavedra, en la emisión del 18 de noviembre de su espacio televisivo Lugares que hablan, mostró su inusual caso.
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En dicho capítulo, los propios pescadores de la zona contaron que el can llevaba ocho años en la isla, viviendo de manera salvaje, cazando fauna del lugar y aprovechando lo que los propios marineros le arrojaban por cariño. Es más, relataron cómo uno de ellos intentó llevársela a su hogar para domesticarla, pero los instintos de la asilvestrada perrita hicieron lo suyo y mató a todas sus gallinas, por lo que fue devuelta a su hábitat natural.
Campaña nacional y nueva vida para Tika
Excelentes noticias fueron reveladas este martes, ya que el destierro de Tika llegó a su fin. Una campaña a nivel nacional, organizada por agrupaciones animalistas, logró que una familia de caleta Inío (a una hora de navegación), también vinculada a la pesca, navegara hasta el islote a traerse consigo a la perrita y decidir si la harán parte de su propio hogar.
Según dijo a La Estrella de Chiloé, Angélica Soto, de la agrupación animalista Ampara Quellón, “ellos la rescataron y ahora vamos a ver si la van a adoptar o hay que traerla a Quellón y eso no va a poder ser hasta en unos 10 días más”.
Soto precisó que en estos días se le darán insumos recolectados por la campaña y también se le harán todos los chequeos médicos respectivos. “Nosotros no sabíamos de esta situación hasta que salió en la tele y acá hay un doble daño, porque aparte de dejar abandonada a la perrita, esta tuvo que alimentarse de lobitos, pajaritos, aves, o sea, se causa también un daño enorme a la fauna silvestre, pero la gente lo hace igual”, agregó.
Lamentablemente, las organizaciones animalistas de Chiloé dijeron que no es la primera vez que deben rescatar a canes abandonados en islas deshabitadas, asegurando que se trata de una práctica habitual en Los Lagos y Aysén.