Una bebé falleció a las pocas horas de nacer, en la ciudad de Oregon, Estados Unidos, luego que sus padres determinaran no solicitar asistencia médica debido a su fe cristiana.

Sarah Mitchell de 24 años, y Travis Mitchell de 21, fueron arrestados este lunes luego de una investigación relativa a la muerte de una de sus hijas.

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La mujer dio a luz a gemelas el sábado 5 de marzo, según señalaron las autoridades de la ciudad, y una de ellas, Ginnifer, desarrolló una complicación respiratoria y murió a las pocas horas.

Ambos siguen la Iglesia de Cristo, donde se oponen a la medicina moderna en favor de la oración y la curación con aceites, conocida también como “curación por la fe”. La pareja está acusada de asesinato y maltrato criminal.

Miembros de la familia, de la iglesia, y tres matronas estaban en la casa al momento del parto, señaló la policía, según consignó el medio local The Oregonian, y nadie llamó a los servicios de emergencia.

Luego de la muerte de Ginnifer, el líder de la iglesia, Carl Hansen, contactó a un examinador médico, quien determinó que la bebé sobreviviente necesitaba atención médica urgente y llamó a la policía.

Las autoridades convencieron a los padres a buscar ayuda para su otra hija, quien afortunadamente fue ingresada a la unidad de cuidados intensivos de neonatología.

Cabe señalar que varios miembros de esa iglesia, han sido condenados por no buscar ayuda médica para sus hijos, incluyendo la hermana de Sarah y su cuñado. Shannon y Dale Hickman fueron condenados por homicidio en 2011, luego de la muerte de su hijo David.

Ese mismo año, los legisladores eliminaron la “curación por la fe” como una defensa legal para casos de asesinato y homicidio.

La iglesia, que funciona en Oregon y en el estado vecino de Idaho, tiene aproximadamente mil miembros y está arraigada en el movimiento pentecostal. Sus miembros interpretan la Biblia literalmente y creen que la fe sanará todo. Si alguien muere, aseguran que fue la voluntad de Dios.

Esta misma organización fue duramente criticada en 1998 luego que el medio local The Oregonian analizara la muerte de 78 niños enterrados en el patio de la iglesia desde 1955. Al menos 21 niños podrían haber sido salvados si recibían atención médica, determinó el diario en ese entonces.