Una adolescente embarazada y con discapacidad fue hallada muerta y con su útero arrancado tras acusar a su padrastro de violación.
James Holland, de 39 años, ha sido acusado de violar a su hijastra de 18 años, Holli Jeffcoat, numerosas veces en un periodo de diez años.
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Su esposa, la madre de Holli, Debi Holland, también enfrenta cargos por ayudar a su marido a cometer los abusos y encubrirlo por cerca de una década.

Holli le confesó al personal de su escuela, ubicado en el condado de Lubbock, Texas, Estados Unidos, y a un centro de defensa infantil, que ella llevaba en su vientre al bebé de su padrastro.
“Ella no quería ir a casa con su papá porque no quería tener sexo“, señaló un miembro de la escuela.
La madre también está acusada de prohibir exámenes médicos que podían determinar que su hija estaba siendo violada, al mismo tiempo de asegurar que ella no tenía conocimiento alguno de lo que estaba pasando.
Las sospechas de abuso sexual se plantearon por primera vez en 2008, tras un accidente automovilístico donde participó Holli, pues un examen de sangre determinó que la adolescente había sido contagiada con una enfermedad de transmisión sexual, pese a que solo tenía ocho años.
Holli tenía una edad mental de seis o siete años al momento de su muerte (18 años), por lo que los investigadores encargados del caso, indicaron que la joven no podría haber dado su consentimiento para tener relaciones sexuales.