En la Región de Los Ríos, específicamente en la comuna de Río Bueno, una estremecedora historia de deudas y asesinatos aún impacta a los lugareños y visitantes.

Luis Avelino Sandoval Troncoso, padre de familia dueño de una panadería, veía cómo las deudas no disminuían por más que trabajara casi todas las horas del día. La desesperación, la angustia y el no tener para alimentar a los suyos lo llevaron a tomar una macabra decisión.

La responsabilidad de mantener a su segunda esposa, Ema, con quien tuvo tres pequeñas hijas, más los tres hijos de su primer matrimonio (su ex mujer murió de leucemia) que vivían con una tía en una casa vecina, lo sobrepasó.

El 15 de julio de 1963 Luis dio un somnífero a Ema y a sus tres niñas para luego asesinarlas con un hacha. Tras concretar el crimen, llamó a sus otros hijos para matarlos uno a uno. Finalmente se colgó desde una viga a sus 43 años.

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“Ya nada puedo hacer. Traté de pagar las deudas trabajando sin descanso, pero es inútil. Cobranzas de deudas, impuestos y toda clase de dificultades en la panadería me impiden cumplir”, escribió el desesperado hombre en el libro de contabilidad como despedida.

Guido Mancilla, corresponsal del diario El Correo de Valdivia en aquella época, señaló al diario Las últimas noticias que Luis “tomó la determinación porque pensó que así no tendrían que sufrir por su fracaso”. Además si él se suicidaba y quedaban sus hijos, ellos pasarían hambre y no tendrían techo donde vivir.

Esta estremecedora historia fue rescata en el libro La peor de todas las noches, el cual fue escrito por el juez de Policía Local de Río Bueno Roberto Cano. El lanzamiento de este relato iba a realizarse en el cementerio de la comuna, en la tumba de la familia del panadero.

“De niño escuché esta historia. Siempre aparece en las conversaciones acá. Hasta que me puse a buscar en el expediente judicial”, comentó al diario nacional. “Muchas veces no pude seguir, porque me ponía a llorar”, finalizó.