Durante los meses de noviembre y diciembre, la zona central del país tuvo un aumento en la población de polillas. Esto se debió principalmente a las lluvias que se extendieron en primavera, provocadas por el fenómeno de “El Niño”, el que traerá ahora una plaga aún más peligrosa.
Loxosceles laeta, más conocida como “Araña de rincón” es el nombre de la población que aumentará en el verano producto del mismo fenómeno climático de acuerdo a la información entregada por el Laboratorio de Fisiología Sensorial del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la U. de Valparaíso (CINV).
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Según información recogida por diario El Mercurio, los expertos explicaron que el descubrimiento de este hecho se realizó junto a un estudio sobre el sistema nervioso central de los arácnidos, en especial en lo que respecta a su olfato.
“La inestabilidad meteorológica que ha caracterizado a esta primavera, producto de la presencia del fenómeno de El Niño, contribuye a generar las condiciones óptimas para un aumento de la actividad y de la población de las arañas de rincón”, señaló Oliver Schmachtenberg, doctor en biología.
Agregando: “Calor más humedad es el clima perfecto para estas arañas. Como las lluvias han sido copiosas, hay mucha vegetación y, por lo tanto, bastante comida para ellas. De ahí que podemos pensar que su presencia va a ser bien importante este año”.
Lo que los expertos recomiendas es mantener las casas lo más limpias posibles, recordando que estas arañas pueden llegar a medir unos 30 milímetros -3 centímetros- con sus patas extendidas y que su color puede variar, siendo a veces café parduzco y otras un marrón oscuro, hasta negras.
Para reconocer aún más fácilmente a esta araña, se recomienda fijarse en su dorso, el que a diferencia de otros tiene forma de violín.

Por otro lado, se tienden a encontrar en lugares oscuros a los que les llega poca luz, pues son sensibles a ésta. Cuadros, muebles de cocina y closets son sus lugares preferidos, lugares que no se tienden a tocar frecuentemente. .
Sólo al presionarlas muerden, por lo que se aconseja que en estos caso se aplique hielo en la zona afectada y se acuda a un centro asistencial, pues la picadura es de gravedad, produciendo desde lesiones a la piel a efectos a nivel del sistema central, llegando a causar incluso la muerte en los casos más extremos.
“Las hembras son más peligrosas que los machos. También depende de la edad, porque una adulta es más venenosa que una joven, y también importa el estado nutricional, ya que si la araña comió hace poco, la mordedura será menos venenosa”, explicó Jesús Olivares, investigador del departamento de Neurociencia de la UV.
Ojo, pues también llegan a edificios altos y nuevos, pues utilizan su telaraña como “parapente”, llegando a viajar hasta kilómetros.



