Alzain Tareq no es más que una niña de 10 años de Baréin, pero este viernes fue el centro de atención de la prensa internacional en los Mundiales de Natación de Kazán, Rusia, después de nadar junto a las estrellas de la piscina.

Ella era la atracción. Este viernes por la mañana, en la ciudad rusa, la pequeña escolar pasó más de una hora en la zona mixta, donde los periodistas entrevistan a los nadadores.

Alegre, sonriente y nada impresionada, Alzain Tareq respondió a las preguntas de una centena de periodistas que rodeaban a la nadadora más joven en la historia de los Campeonatos del Mundo. Hito permitido por la falta de límite de edad para participar en unos Mundiales de natación.

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“Estoy feliz, me siento feliz. Fue realmente genial”, dijo la pequeña nadadora, que se ganó a los periodistas con su encanto.

Alzain Tareq, que compitió en los 50 m mariposa, evidentemente no nadó con los mejores del mundo. Las clasificaciones se organizan en series, establecidas en función de los cronos de referencia de los nadadores.

La bareiní, que tenía el peor tiempo de las participantes (41.12 segundos), nadó en la primera serie. Las estrellas entraban en la séptima serie.