Acreedora de una figura moldeada y atractiva, la joven reconoce que en sus primeros años fue tímida por el hecho de ser hija de un jugador conocido en el medio, y por estar cambiando constantemente de aires.
En su época fue conocido como el “Maradona de Iquique”. Se trata de Héctor “Caldillo” Vega, que en su carrera profesional defendió las camisetas de Iquique, Coquimbo, Everton y Wanderers. También tuvo oportunidades en el extranjero: Perú, Ecuador y Estados Unidos.
Hoy, retirado del fútbol, ve como sus retoños gozan de la prosperidad, entre ellos la guapa Karla Vega de 26 años, una joven empresaria que le hace guiños al “modelaje”.
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Dueña de una figura cautivante, la muchacha reconoce que igual el deporte ha sido importante en su vida. “Hice atletismo, jugué handbol, soy muy buena para el pin-pón y el tenis, y soy una excelente bailarina de salsa”, enfatizó de acuerdo a lo acotado por diario Las Últimas noticias.
En cuanto a su veta de empresaria ella tiene dos negocios en Iquique, una peluquería canina y un local de sushi. No descarta iniciar otros emprendimientos, pero de momento disfruta gracias a unas desinhibidas fotos suyas publicadas por el diario La Estrella de su ciudad. Los tintes de modelo también son parte de su vida.
“En mi casa se sorprendieron con estas fotos, porque vieron otra Karla, pero ellos están felices si yo lo estoy”, acotó. Sobre las fotos en cuestión, reconoce que siempre le han gustado las sesiones. “Conocí un fotógrafo en La Serena que me sacó mis primeras fotos. De ahí me enamoré de la fotografía. Me di cuenta de que tenía potencial y en el camino empecé a conocer más gente. Pero todo ha sido más hobby que algo profesional”, agregó.
Haciendo un recorrido sobre su promisoria carrera como “maniquí”, Karla Vega recuerda que lo más osado que ha hecho es un semi desnudo con la ayuda de su mamá. “Fue algo muy raro, pero se pasó bien”.
Finalmente y pese a que ya la timidez quedó en el pasado, en su infancia la experimentó por el hecho de ser hija de futbolista y estar constantemente cambiándose de lugar de residencia. “(Ser hija de futbolista) significó viajar siempre, conocer mucha gente y culturas diferentes. Siempre era la alumna nueva del curso, lo que me hizo un poco tímida”, manifestó de acuerdo a lo recogido por LUN.