Un acaudalado dentista estadounidense provocó una nueva polémica sobre la caza mayor en África al matar un león de melena negra de Zimbabue, con la ayuda de intermediarios locales.
Pocos meses después del escándalo suscitado por la caza en Namibia de un rinoceronte negro, una especie amenazada de extinción, el estadounidense está acusado de matar a Cecil, un león macho de 13 años de edad, estrella del parque Hwange y célebre por su melena negra.
La acusación surgió de la ONG Zimbabwe Conservation Task Force (ZCTF) y fue confirmada por la Asociación de Operadores de Safaris del país (SOAZ) durante un encuentro con la prensa este martes, informó la agencia AFP.
“De acuerdo a nuestras informaciones, parece que ya cometió crímenes similares en otras partes”, afirmó Emmanuel Fundira, presidente de la SOAZ.
Ni el parque de Hwange ni la policía pudieron confirmar en la jornada si el cazador se encontraba aún en territorio zimbabuense y si sería juzgado, en tanto sus dos cómplices comparecerán el miércoles ante la justicia bajo el cargo de caza furtiva.
Walter James Palmer, dentista en Minnesota (Estados Unidos), ya había dado que hablar en el pasado pero de manera [rae]halagüeña[/rae] por su gran destreza para el tiro con arco. En 2009, el New York Times subrayaba que había aprendido a tirar “a la edad de cinco años” y que era “capaz de hacer diana en un naipe colocado a más de 90 metros de distancia”.
En un comunicado dado a conocer este martes, Palmer reaccionó por primera vez. “Lamento profundamente que proseguir una actividad que me gusta y practico con responsabilidad y en la legalidad se tradujera en la muerte de este león”.
El mismo, que en 2008 habría reconocido la caza furtiva de un oso negro en el Estado de Wisconsin, agregó que “confió en la experiencia de sus guías locales profesionales, con el objetivo de cazar en un marco legal”. A lo que añadió que desconocía la reputación del león Cecil.
La página en Facebook y el perfil en Twitter de su gabinete fueron cerrados después de haber recibido numerosos insultos. Además, ciudadanos estadounidenses comenzaron a formar un memorial improvisado delante de la puerta de su trabajo con peluches y flores en homenaje al león.
En Zimbabue, la caza solamente es autorizada en reservas privadas y respetando ciertas cuotas, pero no así en los parques nacionales como el de Hwange, que el año pasado acogió a unos 50.000 visitantes, de los cuales 23.000 extranjeros, señaló AFP.
40 horas de asedio
Según la ONG ZCTF, el león Cecil habría sido atraído fuera del parque utilizando como cebo un animal amarrado a un vehículo, después de que fuera localizado por la noche con un foco luminoso.
Palmer habría disparado contra Cecil con su arco, alcanzando a herirlo, para después matarlo con un tiro de fusil tras cuarenta horas de asedio, según la oenegé que añade que el cazador habría pagado 50.000 dólares a su intermediario.
Los cazadores intentaron sin éxito disimular el emisor GPS del león, instalado en el marco de un programa de investigación de la universidad de Oxford. A continuación, Cecil fue despedazado y su cabeza no se halló por el momento, precisó la ONG.
Hasta ahora, dos zimbabuenses acusados de haber organizado la cacería han sido incriminados: Theo Bronkhorst, cuya familia posee una empresa desde 1992 que se especializa en la caza mayor de leopardos en el norte de Zimbabue, y Honest Trymore Ndlovu, propietario de la granja donde fueron encontrados los restos del león a comienzos de este mes.