Dos años de trayectoria dentro de las filas del Ejército tenía la soldado, María Elizabeth Orellana Hernández. Hasta que la mujer de 28 años fue asesinada y enterrada 10 kilómetros al suroriente de La Unión, en Huacahue, por José Patricio Gaete Gaete, autor confeso del crimen.
Ahora solo quedan los recuerdos de esta soldado, quien cumplía labores en el Regimiento Maturana. El coronel Aquiles Gloffka, comandante de la Tercera División de Montaña del Ejército, explica a La Cuarta que quedó sorprendido con la personalidad de la joven, principalmente por su carácter y gallardía, especialmente cuando ella entonaba e himno patrio.
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Oriunda de Lota, la cabo Orellana era evangélica y participaba de manera activa en el Templo Misionero del Barrio Arturo en la comuna minera. Remigio Orellana, su papá, trajo a la memoria el cumpleaños de su hija menor, cuando en un acto de amor, María Elizabeth envió dineros que permitieron adornar y celebrar el cumpleaños de su hermana.
“Era una hija ejemplar. Una mujer buena que nos deja un gran vacío en el corazón”, fueron las palabras dedicadas por su padre en el responso realizado el viernes por el regimiento al que sirvió, y que estuvo dirigido por el personal al que la misma cabo Orellana entregó labores de instrucción. Cabe precisar que sus funerales se realizarán hoy en su tierra natal.
