Aracely Galvarini, hermana de Jennifer de Gran Hermano, más conocida como “La Pincoya”, se refirió a su participación en el reality de Chilevisión.
En conversación con LUN, la profesora señaló que “la gente no entiende su tono de voz” y que esta es la razón por la que sus compañeros la pueden considerar “mandona”.
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Recordemos que “La Pincoya” fue una de las más votadas por sus compañeros para ser eliminada de Gran Hermano. Esto, debido a su fallida compra del supermercado y por tener algunos conflictos dentro del encierro.
“Ella habla fuerte y cantadito… Y eso igual cae mal, porque pareciera que siempre está dando órdenes”, contó.
“En Ancud Jennifer es la payasita de la fiesta. Si ella no está, no hay fiesta. No es que esté enojada, mi hermana habla así. Si está enojada, ella lo dirá porque no tiene pelos en la lengua“, añadió.
Gran Hermano: Aracely Galvarini sobre críticas hacia “La Pincoya”
Respecto a los cuestionamientos hacia su hermana por mencionar constantemente que es de Chiloé, Galvarini se toma la situación con humor.
“Aquí nosotros donde vayamos nos presentamos así: nombre, apellido y de la Isla de Chiloé. La gente de Santiago nunca dice que es de Santiago, dice, por ejemplo, soy de Las Condes. Son otras costumbres y sé que caen mal”, dijo.
“Además, le han hecho muchos memes, pero a mí me encanta. Es algo maravilloso ver a mi hermana y estamos felices”.
En esta línea, Aracely señaló que sabía que los concursantes iban a querer eliminar a Jennifer por la fallida compra de supermercado, la cual los dejó abastecidos de muchas verduras, pero casi nada de proteína.
“Pero tienen pimientos, espinacas, tomates. Podrían picarlo y hacer una ensalada surtida… Es maravilloso y, además, la sal hace mal“, comentó entre risas.
En el programa, “La Pincoya” se quebró al compartir su molestia por la queja de algunos participantes, revelando que ella tuvo una infancia difícil y que, a diferencia de ellos, sabía lo que era realmente pasar hambre.
“Mi papá era pescador artesanal y cuando éramos pequeños (son cuatro hermanos) a veces tenía $2 o $4 mil”, recordó
“El tiempo es malísimo en Chiloé, así que muchas veces no podía salir a trabajar porque podía ocurrir un accidente y mi mamá se las ingeniaba. Le ponía agüita al pan duro para que estuviese blando, también nos daban muchas sopas Maggi. Dios es tan grande que todo abundaba”, concluyó.



