La Asociación Chilena de Agrupaciones de Pacientes Oncológicos (ACHAGO) usó sus redes sociales oficiales para referirse a Brava, el documental de Claudia Conserva. A través de un comunicado, lamentaron que el programa tenga, a su juicio, “una línea editorial que utiliza la hiperdramatización, el sensacionalismo y el morbo”.

El documento lo compartieron el viernes 19 de mayo, después de que TVN emitiera el segundo de los tres capítulos de esta serie, donde la animadora de televisión retrata su vivencia con el cáncer de mama y los tratamientos a los que se sometió.

Según consignó BioBioChile, la misiva destaca que el trabajo de la asociación se basa en educar a las personas sobre “cómo hablar de cáncer, de una manera certera, cuidadosa y compasiva con las personas que se encuentran viviendo la enfermedad y sus familias”.

El objetivo es alejarse de lo que ellos llaman “discursos estereotipados” que rodean el diagnóstico oncológico.

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Aunque la asociación aseguró que “cada paciente tiene el derecho de expresar y vivir su enfermedad con total libertad”, también advirtió que “otra cosa es que determinadas vivencias y relatos sean masificados en televisión abierta”.

En esa línea, indicaron que los relatos como el que se muestra en Brava “pueden funcionar como un modelo de enfrentamiento que incluye aspectos riesgosos“.

¿Cuáles serían estos aspectos? Por ejemplo, los mensajes que plantean que la buena actitud es determinante en el resultado de un tratamiento, o la presunción de que los pacientes oncológicos serían responsables de la aparición de la enfermedad “por su estilo de vida, carga laboral o gestión emocional”.

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Por otro lado, los integrantes de ACHAGO señalaron en su comunicado que la forma en que los medios de comunicación abordan el tratamiento de la enfermedad, afecta directamente a la percepción del cáncer en la sociedad.

Así, reafirmaron la importancia de “no imponer comportamientos, actitudes y creencias que no tienen respaldo científico, que sobreexigen a los y las pacientes para mantener el ‘pie de guerra’ y que prometen la cura de ser ‘obedientes’ con dichas exigencias”.

“Pacientes y familia necesitan mayor escucha, contención, espacio para hablar de sus emociones y afecto para que estas sean acogidas, sin ser enjuiciadas como ’emociones negativas’ que nos alejarían de lo que se espera de nosotros socialmente: pacientes fuertes, estoicos, ejemplo de valentía, héroes y/o guerreros“, sostuvieron.

Finalmente, destacaron que “nos parece muy provechoso que el cáncer sea visibilizado, porque necesitamos más acción de diferentes actores sociales, pero hacemos el llamado a que esta visibilización sea responsable, centrada en la educación de la ciudadanía, el respeto por el paciente y su entorno y la humanización en salud”.