Un tenso momento se vivió este viernes en Contigo en la mañana, donde conversaron con la Dra. María Luisa Cordero, tras sus polémicas declaraciones contra Fabiola Campillai.

Recordemos que la diputada afirmó que la senadora ‘veía por un ojo’, y que no era totalmente ciega, lo que desató una ola de críticas en el Congreso.

Por lo mismo, en el matinal de CHV contactaron a la parlamentaria para que hablara al respecto de sus declaraciones. Claro que lo hizo fiel a su estilo.

“Cuando hacemos un diagnóstico, los médicos no nos disculpamos (…) en vez de estarme agrediendo, me tienen que respetar”, partió diciendo.

“Yo dije que ella no es ciega, tiene un ojo que mantiene la visión. En vez de estarme agrediendo como la manga de cobardes que son, dirían ‘qué bueno’”, reiteró.

Junto con decir esto, aprovechó de lanzarle varios ‘palos’ a Julio César Rodríguez y a Monserrat Álvarez.

“No seas tan odiosa, acuérdate que tú eres de izquierda, (una persona) que se lava los dientes con la sororidad”, le dijo a la animadora.

Luego, Julio César reiteró en la idea de que si la doctora Cordero buscaba dar ‘buenas noticias’ con su diagnóstico, debía expresarlo con otras palabras.

Ahí nuevamente la diputada alzó al voz: “Dígamelo usted, enséñeme a hablar como chilena, hipócrita y ladina. No puedo, porque tengo gen español”.

Rodríguez le dijo que debía ser más ’empática’ y eso provocó otra reacción de la doctora Cordero.

“¿A mí me va enseñar usted cómo se trata a los otros? ¿Atendió alguna vez usted a un loco? No me venga a hablar a mí de empatía”, arremetió.

“Ustedes que están ahí, que son todos de izquierda, quieren escuchar lo que quieren escuchar, y yo no voy a decir lo que ustedes quieren escuchar. Aunque estén marcando el descueve, me quiero ir”, agregó la parlamentaria.

Pese a que Julio César Rodríguez insistió en que se quedara para seguir conversando, María Luisa Cordero continuó con sus descargos.

“Demuestren que estuvieron en la universidad, chiquillos, de repente dejan mucho que desear los matinales, son pencas, son malos, no ayudan en la educación”, lanzó.

“Julito, ¿podrías tener compasión conmigo? Tengo hambre, tengo sed y quiero cortar la conversación porque la encuentro muy repetida, latera y no voy a decir lo que ustedes quieren escuchar”, cerró, antes de cortar de manera abrupta el contacto.