Una posible insolación es uno de los problemas de salud que hay que enfrentar, debido a las altas temperaturas registradas durante el verano, la prolongada exposición al sol y la falta de hidratación constante, los cuales componen la ecuación perfecta para encender las alarmas.

“Los más vulnerables son los niños pequeños porque tienen una proporción de piel mucho más grande que lo que corresponde a su masa corporal, y también las personas muy blancas porque tienen menos melanina, que es la defensa natural contra el sol”, explica la Dra. Carmen Gloria Fuentes, dermatóloga de Clínica Ciudad del Mar.

Síntomas como fiebre y dolor de cabeza, tras un día de playa o piscina, suelen ser indicadores de una posible insolación, que se suman a los graves efectos en la piel. “Primero aparecen eritemas, enrojecimiento y, posteriormente, ampollas, si la exposición es muy prolongada”, comenta la dermatóloga.

El Dr. Alfredo Labarca, médico urgenciólogo de Help, precisa que la mayor molestia es el dolor producido por las quemaduras solares, el que muchas veces no deja dormir. Sin embargo, advierte que el peligro está en que la radiación solar es acumulativa y, en los últimos años, el cáncer de piel se ha convertido en una de las enfermedades que más ha aumentado en nuestro país, por lo tanto, hay que tenerlo presente.

Por otro lado, la especialista de Ciudad del Mar explica: “La insolación también puede ocasionar deshidratación, ya que se sobrepasan los mecanismos de defensa del organismo que intentan mantener la temperatura corporal a 36, 37 grados, y eso podría provocar náuseas, vómitos, escalofríos, hasta afectar a los riñones o implicar compromiso de conciencia”.

¿Qué hacer en caso de una insolación?

En ese sentido, los expertos aseguran que “lo inmediato es tomar mucha agua, cubrirse bajo la sombra, ponerse compresas frías o tibias, cremas emolientes para hidratar bien la piel y, en algunos casos, conviene usar cremas antiinflamatorias naturales con manzanilla”.

“Si ya se tomó un analgésico y el dolor no pasa o es muy intenso y está acompañado de náuseas y vómitos que sean inmanejables con las medidas básicas en la casa, probablemente sea momento de acudir a un servicio de urgencia”, sostiene el urgenciólogo.

¿Cómo prevenir?

Considerando el daño acumulativo que puede ocasionar la sobre exposición al sol, y para evitar sus desagradables síntomas, la doctora Irene Araya entrega algunas recomendaciones:

1.- No tomar sol en las horas de mayor riesgo, es decir, entre las 10:00 y las 16:00 horas
2.- Proteger la cabeza, ojos, brazos y pies con ropa, sombreros o gorros anchos y lentes de sol
3.- En lo posible, resguardarse bajo la sombra
4.- Utilizar filtros de protección solar con factor 30 o mayor, cubriendo todas las zonas del cuerpo y replicándolo con frecuencia, especialmente después de cada baño y tras realizar actividad física importante
5.- Proteger a los niños, sobre todo a los menores de 2 años, ya que son más vulnerables a sobre exposiciones al sol en esta época del año
6.- A los pequeños menores de 6 meses evitar llevarlos a la playa, puesto que no se recomienda aplicarles bloqueadores a tan corta edad