Roberto Verdugo Vargas falleció a los 21 años en una vivienda ubicada cercana a su casa, de una forma y magnitud rara vez vista en la Región de Magallanes: fue víctima de un descuartizamiento en Punta Arenas.
El imputado del homicidio, Adalio Mansilla Quinchamán, confesó el crimen y está siendo investigado.
Mientras pasan los días, más repudio hay hacia su persona por parte de los habitantes de la zona austral, quienes espontáneamente prendieron velas, rezaron por la víctima y le enviaron fuerzas a la familia.
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Alba Vargas y Roberto Verdugo Medina, madre y padre de la víctima de descuartizamiento en Punta Arenas, conversaron con diario El Pingüino para expresar su sentir.
“No saben el sufrimiento que estamos pasando como familia, le quitaron la vida a mi hijo a pocas cuadras de su casa, no lo podemos comprender, ¿cómo pasó esto?, no sabemos nada”, declararon
Su madre destacó que “él era un chico estudioso (…) y ahora estaba en el (Instituto) Santo Tomás cumpliendo su tercer año en la carrera de Contador Auditor”.
“Él salía, pero siempre se comunicaba conmigo, me decía cuando iba en camino o si se quedaba en la casa de algún amigo”, comentó Alba Vargas.
Antecedentes del día en que su hijo desapareció
Padre y madre relatan algunos datos que les ha entregado la comunidad sobre los acontecimientos de esa noche en que su hijo desapareció.
Dicen que fue al Club-K, salió de madrugada y debido a que se sentía mal, aparentemente, pidió ayuda a Seguridad Ciudadana y/o Carabineros.
Luego procedió a tomar un taxi o un Uber “clandestino”, el cual lo dejó en Unimarc Sur, después su paradero es desconocido, hasta que se descubre su cadáver en la Población Nelda Panicucci.
Cabe consignar que la familia llamó al teléfono de la víctima y contestó el “taxista”, el cual se comprometió a ir A dejar el celular, sin embargo, nunca ocurrió y no se supo más del móvil.
Padres no creen en la justicia
“Esto es la puerta giratoria, no somos el primer caso, ni tampoco vamos a ser el último. La Justicia no cambia, estas personas como las que mataron a mi hijo existen y hacen lo que quieren. Hacen lo que quieren con nosotros, las víctimas, luego quedarán libres o con penas bajas, como siempre, capaz le den reclusión nocturna, porque ¿qué vamos a esperar de la Justicia?”, dijo Roberto Verdugo Medina.
Respecto del juicio de mañana, el padre expresó que “espero que los jueces hagan su trabajo y que por favor le den la máxima pena, ojalá cadena perpetua”.
“Lamentablemente, la pena de muerte no existe (en el país), pero el asesino debería pagar con su vida porque nos arrebató algo muy preciado. Nosotros no vamos a ser los mismos como familia”, manifestó.
El padre advirtió que tipos como Adalio Mansilla Quinchamán saben manipular el sistema, que intentaría hacer creer que tiene algún problema mental y que podría, de alguna manera, reducir su condena si es hallado culpable.
Alba Vargas y Roberto Verdugo Medina suplicaron por justicia y que todos los involucrados se sometan a ella, ya que están convencidos de que hay más personas relacionadas al crimen.



