Un intenso capítulo se vivió en la noche del jueves en El Discípulo del Chef, y el cual tuvo como gran novedad el inicio de la recta final con los 10 mejores participantes.
En ese contexto, la competencia por la inmunidad conllevó a que los concursantes tuvieran que preparar un menú chileno refinado.
También puedes leer
Luego de una extensa evaluación, los ganadores de esta primera etapa fueron Karen Bejarano, Valentina Ramos y Carolina Erazo.
Debido a esto, el resto de los participantes enfrentaron la temida prueba de eliminación, la cual estuvo enfocada en un plato hecho con zapallo.
Una triste eliminación en El Discípulo del Chef
Tras el fin del tiempo reglamentario, los tres chefs tuvieron la difícil decisión de elegir qué concursante debía dejar el espacio.
“No hay ningún plato que no se pueda comer, está todo rico, bien hecho y bien ejecutado. Hay decisiones y errores que cuestan caro, eso nos lleva a estas instancias”, expresó Sergi Arola, para luego señalar que Max Cabezón tenía que abandonar el programa.
Evidentemente emocionado, el participante tomó la palabra para señalar que “estoy muy contento de llegar hasta acá y haberlos conocido, de hecho, es raro, pero no me siento triste porque sé que cometí varios errores, pero a mi estilo”.
“Sí, me da un poco de tristeza dejarlos hoy, pero el mayor premio, más allá del restorán, me lo gané yo contigo, Miel”, mencionó, para luego abrazar tiernamente a su pareja.
“Entiendo la decisión, me hubiera gustado quizás haber tomado determinaciones que me hubieran favorecido en el camino, pero son las reglas del juego”, añadió.
En tanto, Miel entre lágrimas aprovechó de despedirse de Max. “Lo voy a echar mucho de menos, porque es mi partner, me anda apañando en todas las cosas, y ha sido muy bonito estar a su lado”, confesó.
“En realidad, todo ha sido muy extraño, porque en un momento partió como si fuera el destino, entonces, lo encuentro muy loco, y me da mucha pena que te vayas”, concluyó.