Un extraño caso sobre una malformación congénita fue registrado en Irán: un bebé nació sin pene, pero con sus testículos en perfecto estado.

En ese contexto, los médicos han propuesto “crearle una vagina” en su lugar, a través de una cirugía de reasignación de género, pero esto ha causado controversia entre organizaciones sociales y activistas intersexuales.

La condición del niño es conocida como afalia, y es tan rara que se estima que solo ocurre en uno de cada 30 millones de nacimientos. Los profesionales que informaron sobre su caso en la revista Radiology Case Reports dijeron que a pesar de ello, el bebé nació normalmente y en un “buen estado general”.

Además, añadieron que su madre no reportó problemas durante su embarazo. Según precisaron, el pequeño -de 14 meses cuando se publicó su caso en el medio especializado- tenía el escroto y los genitales intactos. A raíz de su condición infrecuente se identificó que orinaba por el ano.

También explicaron que se le realizaron pruebas especiales meses después de su nacimiento, para que los médicos pudieran estudiar y comprender cómo funcionaba su sistema urinario.

Un tinte especial reveló una fístula, una conexión anormal entre la vejiga y el recto. Acorde a la revista, se han documentado menos de 100 casos como el suyo en la literatura médica.

Cabe mencionar que hoy en día los cirujanos pueden intervenir quirúrgicamente a varones nacidos con afalia, a través de un procedimiento conocido como faloplastia.

Radiografía de bebé iraní que nació sin pene
Revisa científica

¿Qué es la afalia?

La afalia ocurre cuando los genitales no se desarrollan normalmente en el útero durante los primeros meses del embarazo.

A veces se desarrolla un orificio en el perineo para que el niño pueda orinar. En otros casos, la vejiga puede conectarse con el recto y la orina sale por el ano, como es el caso del pequeño niño iraní.

Acerca del tratamiento, los médicos aclararon que cada caso es individual según la malformación que resulta en la afalia y de qué manera afecta la función renal.

Los niños que padecen esta condición a veces son sometidos a una cirugía de feminización. Sin embargo, eso ha causado mucha controversia, ya que generalmente se hace por expectativas sociales y no por razones médicas.