“Hay cosas que son imperdonables, como el abuso”. Con esas palabras, la actriz Kathy Salosny abordó una dolorosa etapa de su vida, y la cual plasmó en su libro que será lanzado este mes.
En conversación con Eduardo Fuentes en el programa Buenas Noches a Todos de TVN, la animadora se refirió al proceso que enfrentó tras los abusos sexuales que sufrió por parte de su padre.
“Es un libro muy honesto, biográfico, es mi historia de luces y sombras, desde mi infancia hasta hoy”, reflexionó Salosny.
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Para llevar a cabo este proyecto, la comunicadora debió realizar una investigación sobre su progenitor.
“Es un libro que a mí me sorprendió por las cosas que fuimos descubriendo e indagando con respecto a mi padre, con quien yo me separé hace tantos años. Sin duda fue un trabajo muy intenso“, admitió.
Según explicó Salosny, el título del libro, El abuso no es un espectáculo, surgió en 2005, cuando envió una carta a la prensa, tras sufrir el acoso de los medios de comunicación, al darse a conocer que su padre estaba siendo investigado por otro caso de abuso sexual en contra de una menor de edad.
“La PDI llegó a mi casa y yo le dije a mi mamá. Ella me respondió: ‘¿Por qué no cierras ese episodio? Si a todas nos ha pasado algo como eso’. Como naturalizándolo. Yo le contesté: ‘¿Perdón? Déjame decirte que fuiste tú la que se casó con un pedófilo, fuiste tú la que no dio vuelta la página'”, afirmó.
“Aquí, lo que había que ver, era una oportunidad para hacer justicia a través de esta niña, por mí, por mi hermana, y por todas”, planteó sobre su postura ante el complejo panorama.
En ese contexto, reveló que su madre entró en razón. “No quiero que cargues más con esa culpa, aquí hay que actuar, le dije (…) Ahí hubo una reacción en ella, y se redimió de alguna forma. A partir de ese momento nos tomamos las tres de la mano e hicimos este camino juntas, que no fue fácil”, agregó.
Cabe señalar que para poder plasmar esta difícil etapa en su vida, Kathy debió someterse a un proceso de psicoanálisis. “Yo tenía borradas situaciones que había vivido, y mi hermana también, donde había sido testigo”, admitió.
“Si no hay justicia, reparación o proceso psicoanalítico como el que yo me hice, es muy difícil poder seguir con la vida“, concluyó.