Con la actual situación económica de Chile y el mundo, varias son las personas que comienzan a preocuparse un poco más de sus finanzas personales.

Esto, debido a que factores como la inflación, han impactado fuertemente en el bolsillo de cientos de familias, teniendo que reorganizar sus gastos mes a mes.

Dentro de ese contexto es que durante el último tiempo se ha popularizado el término de gastos hormiga, dinero que muchas veces no alcanzamos a ver en nuestras manos por estar más pendientes de otra área de las finanzas.

Frase como: ‘Me lo merezco’, ‘Para esto trabajo’, o ‘Nunca me di gustos’, son el mejor indicio de que podrías estar realizando esta práctica, que al sumarla con todos los ‘gustitos’ del mes, puedan representar una parte importante de tu presupuesto mensual.

De acuerdo a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), los gastos hormiga corresponden “a todos aquellos gastos que no estaban planificados y no corresponden a gastos fijos”.

Una salida con los amigos/as, el pantalón nuevo igual al que compraste el mes anterior, un helado cada dos días, o un café por la mañana, son solo algunos ejemplos de dónde está migrando tu dinero.

¿Cómo organizar mejor mis gastos hormiga?

En conversación con Página 7, la influencer de finanzas, Romina Capetillo aseguró que no se trata de que una persona no deba comprar o consumir algo de su preferencia, sino que se debe tener una mejor organización del presupuesto mensual.

“Lo primero es ordenar las deudas, y ver el mapa financiero de la persona. Dónde está gastando más, dónde podría recortar, todo eso es como el paso número uno de las finanzas personales”, explicó.

Y añadió que en ese contexto, “el consejo más fundamental es no seguir endeudándose. Se debe tener claro un plan, y mientras no estés ordenado, no lo sigas haciendo, porque si estás endeudado y desordenado, solo será una carga más”.

A su vez, sostuvo que una arista es que los gastos hormiga siempre van a existir,  “y uno sabe que puede optimizar de mejor forma los ingresos, y otra es la realidad, que en el fondo hay gastos que igual vas a hacer, pero siempre y cuando puedas”.

En ese sentido, precisó que “el problema es cuando haces gastos que no puedes cubrir, y empiezas a asumir deudas por ellos”.

Tips para poner en orden las finanzas

Para ello, Romina Capetillo aseguró que la clave es separar los dineros destinados a un área en específico.

“Lo que yo recomiendo, es que no es que se trata de no tomar más un café en la mañana pero, si ya sabes que es costumbre y que puedes hacerlo, lo mejor es separar el dinero destinado a ello en otra cuenta”, dijo.

 

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“Actualmente, hay varias cuentas vista o bancarias digitales, donde puedes dejar el monto de los ‘gastos hormiga’ promedio al mes, y si se te acaba esa plata, se acabó el café y no puedes seguir”, comentó.

Lo anterior, se debe a que muchas personas cuando ven plata en la cuenta “dicen: ‘bueno, lo hago’, y empiezas a usar la línea de crédito y la tarjeta de crédito, y esos hábitos son los que hay que eliminar”.

Eso sí, Capetillo fue enfática en asegurar que la idea es siempre equilibrar los gastos hormiga con el ahorro. “Si lo vas a hacer, que sea después de que ahorraste y que tienes tus cuentas al día, porque el problema es ese, incurrir en gastos que no puedes hacer”, cerró.

¿Cómo calcularlos?

Si después de leer estos consejos te gustaría organizar tus finanzas y no sabes cómo, el CMF tiene habilitada una plataforma para calcular cuánto dinero se te está yendo como agua entre los dedos.

Se trata de una herramienta donde puedes ingresar gastos hormiga como salidas a comer, a un bar, regalos, e incluso lo que destinas de tu sueldo al transporte.

Automáticamente, el sistema te arrojará cuánto dinero estás usando en los respectivos servicios, y te hará una comparación con tu sueldo, entregándote un porcentaje en lo que se refiere a este.

De esta forma, sabrás cuánto estás destinando a aquellos gastos hormigas, los que si son demasiados podrías disminuir y dedicar a pagar una deuda o simplemente ahorrar para aquello que deseas, sin necesidad de requerir la tarjeta o línea de crédito.