Desde este domingo 25 de abril, a las 22:45 horas, Emilio Sutherland volverá al horario prime de Canal 13 y lo hará con un programa propio.
Se trata de SOS, seguridad ciudadana, espacio que abordará desde tópicos como un accidente de tránsito hasta el no cumplimiento de las normas sanitarias en medio de la pandemia.
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En una reciente visita al matinal Bienvenidos, Sutherland contó que el programa mostrará esencialmente el trabajo de funcionarios municipales de seguridad ciudadana, pero no solo lo que hacen relativo a delitos, sino que también otras emergencias que surgen durante la noche.
“Desde situaciones, por ejemplo, que tienen que ver con la salud mental -que es algo que me impresiona- a sitios eriazos en sectores muy humildes que se convierten en sitios delictuales”, dijo en ese entonces.
En Página 7 quisimos profundizar sobre esta nueva apuesta, y le consultamos al periodista qué es lo que puede esperar el público que sigue y admira su estilo desde En su propia trampa, con este nuevo proyecto.
“Lo que siempre yo trato de aportar, que es información, e información respecto a lo que está aconteciendo en nuestros barrios en tiempos de pandemia. Obviamente, uno de los temas que es preocupación importante de la gente es la delincuencia, y desde ahí hemos sido testigos de persecuciones, encerronas, portonazos y asaltos en las casas“, señaló el conductor a nuestro portal.
Asimismo, también contó que estarán presente en “muchos otros temas que preocupan en su vida cotidiana a la gente y que no necesariamente tienen que ver con delincuencia. Por ejemplo, cómo proteger su entorno de la basura y escombros y cómo sitios eriazos se llenan de éstos y altera a ciertas comunas. Entonces eso haremos, mostrar y tratar de ayudar a los vecinos con situaciones que les preocupan”.
Pese a que a fines del año pasado Emilio comentó en el programa Hola Chile de La Red que no volvería a hacer En su propia trampa, en esta conversación reconoce que no lo ha descartado para siempre.
“Yo he dicho en momentos que no haría En su propia trampa, pero nunca lo he descartado para siempre, porque aprendí que nunca hay que decir jamás y menos de un proyecto como la “Trampa”, que pese a todas las situaciones de riesgo y peligro que pasamos, dejó una historia muy rica que me llena de orgullo”, aseguró.
En esta línea, para el periodista la principal diferencia entre SOS, seguridad ciudadana y En su propia trampa, radica en el foco, que “no es la delincuencia ni los delincuentes”.
“En este caso nos quedamos con gente que trata de brindar seguridad ciudadana, que son los inspectores y funcionarios de Seguridad municipal y su trabajo en beneficio de la comunidad, además de los riesgos y peligros que ellos corren y de la mística que nos demuestran por llegar pronto a los vecinos que están sufriendo situaciones de riesgo o de urgencia”, expresó a Página 7.
Fue esta realidad la que lo motivó a sumarse a un programa así -agrega- “sumado a tratar de ayudar a los vecinos que se ven afectados por hechos como fiestas clandestinas, ruidos molestos, vertederos de basura clandestinos o los accidentes con vehículos de carrera ilegales que terminan en los antejardines de sus casas. A esa gente uno le puede dar una mano estableciendo, eventualmente, nexos con personas o autoridades que les pueden ayudar”.
¿Cómo has enfrentado este nuevo rol más cercano a la ciudadanía y no solo persiguiendo a delincuentes?
– Contento. Me gusta mucho esta posibilidad de conversar con la gente, de centrar el trabajo en la gente, en los vecinos, en la víctima de algunas situaciones que los afecten en su vida cotidiana. Y eso yo creo que es lo relevante, que podemos aportar con otra mirada a situaciones que a veces pueden tener una relación con la delincuencia, pero mirado desde la trinchera del vecino.
En este escenario: ¿cómo has visto el comportamiento del chileno durante esta pandemia en los casos que te ha tocado seguir?
– Yo creo que no se puede generalizar. He visto a personas que por la situación de salud mental que nos trae esta pandemia, reaccionan mal, en forma a lo mejor exageradamente violenta ante hechos delictuales y a veces pretenden hacer justicia por sus propias manos, lo cual no corresponde.
También he visto a otras víctimas que reaccionan muy bien, que por sobre todo priorizan la vida, que no arriesgan su integridad aún siendo víctimas de situaciones muy violentas. Ellos tienen el coraje, porque hay que ser valientes, para poner los pies en la tierra y no perseguir a los delincuentes y no encararlos… y eso cuesta, porque lo más fácil es seguir el curso de la adrenalina. Y eso es muy importante, la vida está primero, no hay que poner a nadie en riesgo y menos una vida por salvar un bien material.
¿Ha habido algún caso que te haya impactado o tocado la fibra?
– Sí, hace unos días me tocó ver una situación un poco insólita y que me afectó, que tuvo que ver con dos jóvenes de una comuna del sector sur de Santiago y con una diferencia de media hora aproximadamente, que estaban distantes a cinco o seis cuadras y que querían atentar contra sus vidas. Un joven de 19 años y una muchacha de 25, 26, y que, de alguna forma, yo siento que sus acciones estaban influidas por la pandemia, por el estado de salud mental que tiene un porcentaje importante de la población afectada por esta situación de COVID-19.
La gotita que rebalsó el vaso en el caso del joven fue un asunto sentimental y en el caso de la muchacha una crisis de pánico. A mí me impactó, fue terrible, dos jóvenes y buenas personas que estaban tratando atentar contra su vida en ese momento.
Más allá de la pandemia ¿se ha pensado incluir realidades de regiones?
– Buena pregunta, porque yo soy de los que piensa que Santiago o la región Metropolitana no son Chile, pero justamente por la pandemia, por los riesgos que implica y las normas sanitarias imperantes, lo que podemos hacer ahora y que es menos riesgoso y que está más a la mano, es hacer este programa acá en la región Metropolitana. No se descarta y en algún momento podría evaluarse que se hiciera en regiones, obviamente cambiando la situación de hoy de la pandemia.
