Los crujidos de articulaciones son bastante comunes. Suelen ocurrir cuando nos agachamos, estiramos mucho un brazo o una pierna, al levantarnos después de horas sin movernos, etc.

Estos ruidos que emite el cuerpo muchas veces pueden poner en alerta a una persona, ya sea porque uno de estos “clics” fue inesperado o bien por la frecuencia en que se presentan.

Y es que si bien son bastante recurrentes, hay que saber cuándo es necesario preocuparnos y consultar a un médico.

Según detalló el fisioterapeuta Pablo Herrera al portal español ABC, existen principalmente dos tipos de ruidos articulares y que pueden ser frecuentes: uno producido por cavitación y otro por roce articular.

El primero se origina por una pequeña burbuja de aire en el líquido sinovial, el cual rodea las articulaciones y se encarga de la lubricación. Este ruido suena como “clac”, como cuando una persona se cruje los nudillos.

El segundo, en tanto, se produce cuando hay cartílagos desgastados y es más habitual en la población general. Eso sí, se puede presentar de mayor forma en personas mayores, sedentarias o quienes realizan una actividad repetitiva que esté afectado una zona particular del cuerpo, lo que incluso puede derivar en una artrosis. Su sonido es similar a dos maderas en contacto.

¿Cuándo preocuparnos?

De acuerdo al fisioterapeuta, los crujidos articulares no deben ser motivo de preocupación, a no ser que estos estén acompañados de aparición de dolor en la zona, inflamación persistente o limitación de movimientos.

Estos síntomas, explicó el profesional, pueden ser señales que existen problemas mecánicos en las articulaciones o en las vertebras, por lo que consultar a un médico resulta necesario en ese caso.

Por último, Herrera indicó que no existe una solución milagrosa para evitar estos crujidos en las articulaciones. Sin embargo, detalló que realizar actividad física y seguir una alimentación saludable, rica en calcio y vitamina D, puede ayudar bastante.