Fue en 2017 cuando al pequeño Henry Fethon, de tres años, le diagnosticaron leucemia. En septiembre de aquel año comenzó su primer ciclo de quimioterapia y 40 meses después fue protagonista de un conmovedor momento.
El menor, que actualmente tiene seis años, lloró de alegría cuando ‘tocó la campana’ fuera de su casa para señalar el exitoso final de su batalla contra el cáncer, una tradición que tiene algunos hospitales alrededor del mundo.
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“Ha sido una gran lucha, hemos estado entrando y saliendo del hospital para recibir tratamiento. Pero teníamos los planes hechos y las pancartas listas para hoy, así que pensamos, ¿por qué no?”, dijo Alex Gladstone, madre de Henry, consigna el Daily Mail.
“Solía sentirse terrible, muy débil. Pero, con suerte, a partir de aquí empezará a sentirse cada vez mejor”, agregó la progenitora del niño, quien llevó a su hijo al médico en varias oportunidades, producto dolores de estómago, lo que atribuyeron a una infección viral.
Agradecimientos
Sin embargo, una llamada de la doctora Mary Barraclough, quien estuvo a cargo del tratamiento de traqueomalacia (estrechamiento de la tráquea), le salvaría la vida a Henry, ya que fue quien descubrió que su recuento de plaquetas era muy bajo.
“Le debo la vida a esa mujer”, dijo Gladstone, agradeciendo también a todo el personal que colaboró con la recuperación de su hijo. “Fueron absolutamente increíbles”, añadió.
Debido a la vulnerabilidad de Henry, él y su familia han sido confinados a su casa para protegerse del riesgo de coronavirus, confiando en amigos y familiares para que dejaran lo esencial en su puerta.
“Estamos muy agradecidos con ellos, con todas esas personas que nos han apoyado en esto”, dijo la señorita Gladstone, quien junto a su familia vio con total emoción cómo Henry tocaba la campana.
“Estaba realmente abrumado con todo esto. Estaba tan emocionado de tocar la campana y se emocionó un poco“, afirmó Gladstone. “Ni siquiera puedo expresar con palabras lo que esto significa, estamos sobre la luna”, cerró.
