El legendario roquero británico Ozzy Osbourne reveló este martes que padece Parkinson, asegurando que ha sido un ‘choque’ pero que está listo para volver a los escenarios.
El exlíder de la banda Black Sabbath dijo que fue diagnosticado después de sufrir una caída a comienzos de 2019 que lo obligó a someterse a una cirugía, que además le causó un daño en los nervios.
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“Ha sido un gran desafío para todos nosotros”, dijo Osbourne al programa de televisión matutino Good Morning America, donde desmintió rumores que lo colocaban en su lecho de muerte. “Estoy lejos de eso”, insistió. “Me siento mejor ahora que he hecho público que tengo Parkinson, y solo espero que ellos (los fanáticos) me apoyen porque los necesito”.
Osbourne, de 71 años, dijo que estaba tomando una “gran cantidad de medicamentos” tanto para los daños de la cirugía como para el Parkinson, pero que estaba ansioso por salir de gira otra vez.
Actualmente tiene conciertos pautados en Norteamérica para mayo. Osbourne también tuiteó el martes la letra de una de las canciones de su próximo álbum, incluyendo la letra: “Don’t forget me as the colors fade” (No me olvides mientras los colores se desvanecen).
Pospuso una gira en abril de 2019, diciendo en su momento que se estaba recuperando de “una lesión sufrida mientras lidiaba con un reciente ataque de neumonía (…) El mes que viene hará un año que estaba en un estado de choque”, dijo Osbourne.
El Parkinson es una enfermedad del sistema nervioso que puede causar temblores, rigidez, lentitud de movimientos y dificultad para hablar. No es mortal, pero no tiene cura, y sus complicaciones pueden poner en peligro la vida.
La esposa de Osbourne, Sharon, dijo que irán a Suiza en abril para buscar más opciones de tratamiento.