A principios de marzo, Karen Bejarano y su familia hicieron público el calvario que estaban sufriendo: fotos íntimas de la expanelista de Mucho Gusto habían sido robadas de su cuenta de iCloud.
Mientras varios programas de TV y portales web hablaban de lo sucedido, la comunicadora prefirió callar y vivir el mal momento con sus amigos más cercanos y sus seres queridos, dejando el caso en manos de la justicia.
Sin embargo, el silencio se acabó tras la publicación de una extensa y sincera carta escrita por Karen. En ella, la pareja de Juan Pedro, explicó lo difícil que han sido estos últimos meses para ella, para su hijo y marido.
Recordemos, que la exchica Mekano escribe esta carta a partir de una supuesta nueva filtración, la que desmiente tajantemente.
“Quiero que esta pesadilla se termine de una vez por todas“, fue el título del conmovedor escrito.
A continuación te lo adjuntamos:

“Hoy se cumplen 2 meses desde que comenté la peor pesadilla que mi familia y yo hemos vivido, también se cumplen 2 meses de silencio absoluto donde cada uno de nosotros 3 aguantó insultos, humillaciones y maltratos sin tener derecho a decir una palabra.. Como está en manos de la justicia es mejor no hablar. Lo lamento, no puedo seguir en silencio, si no lo puedo cambiar al menos necesito que lo sepan”, comenzó su cruda carta.
“Quien haya sido que robó mi información personal (únicamente dos fotos porque el video y el resto de las fotos que circulan ahora son falsos, no soy yo) es un delincuente, está siendo buscado y será acusado por todos los delitos cometidos, pero lo que más me ha sorprendido es el nivel de insensibilidad, de violencia y de odio dirigido a mí por parte de personas refugiadas en el anonimato de las redes sociales”, continuó.
“Es como si una mujer fuera caminando por la calle y un hombre le agarrara el trasero. El resto juzga de ese hombre, llena las redes sociales de #NiUnaMenos y cambian la foto del avatar… Eso hasta que se dan cuenta de que existe una mampara, una placa de acrílico que les separa de cualquier defensa que esta mujer pueda tener, es en ese momento que miles de personas se ponen en la fila y hacen exactamente lo mismo que el primer agresor. Todas las personas que hayan compartido las imágenes que me robaron son igual de delincuentes e insensibles que quien me las haya robado“.
“Algunos medios… Qué triste en lo que se han transformado. A aquellos que mientras daban el discurso de que ‘esto no puede seguir ocurriendo’ ponían mis imágenes en pantalla completa. A las personas que hicieron de esto un chiste y de esa forma convencieron a cualquier persona en la calle de que esto no era nada grave, a las mismas personas, que frente a mi hijo, me gritaron en la calle cosas que no puedo escribir en este texto… La verdad es que las lágrimas no me dejan escribir… La angustia es un nudo que lleva 2 meses amarrado en mi garganta, es un dolor distinto, con el que voy a tener que aprender a vivir”.
“He leído especulaciones de todo tipo, opiniones en TV y mucho más. Las imágenes no estaban en mi celular, luego de 2 meses sin vernos por motivos laborales intercambiamos un par de archivos con mi marido con el fin de mitigar el dolor que generaba la distancia… Las fotos fueron tomadas y eliminadas inmediatamente, pero una copia quedó oculta en iCloud (La Nube) sin que yo sepa, y alguien utilizando una técnica conocida como ‘Fishing” obtuvo mi clave y realizó una copia de las imágenes respaldadas en la nube…”
Desde ese momento recibí amenazas, información sobre los lugares que había visitado, extorsiones, solicitud de entregas de dinero en efectivo en distintos lugares y muchas cosas más. Mientras ustedes se reían y compartían algo tan mio y tan privado, mi hijo muy asustado y estresado sentía que nos estaban persiguiendo y al escuchar un ruido salió corriendo y atravesó un ventanal abriendo su bracito que terminó con 10 puntos de sutura y una angustia terrible“.
Por otro lado aparece Daniel Alcaíno (Yerko Puchento) riéndose de mí una y otra vez en el estelar de Canal 13, violentándome con cada uno de sus supuestos ‘chistes’, y de esta manera abalando toda la violencia hacia mí, mientras mi marido lloraba desconsoladamente por la impotencia de no poder defenderme”.
“Hoy solo quiero agradecer a quienes están ahí desde el día 1, a quienes entienden el dolor por el que estoy pasando y optan por callar, porque eso es lo mejor que pueden hacer por mí y por mi familia. Si me quieren ayudar no hablen más del tema. A mi familia, a mis amigos, a las personas que han denunciado o se han tomado un segundo para mandarme un mensaje de apoyo, muchas gracias… No sé, tal vez esto no ayude en nada, pero sentía que no podía aguantar ni un minuto más en silencio… Ojalá la próxima vez antes de juzgar y atacar se tomen un segundo para pensar”, finalizó.



