La noche de este jueves Paul Vásquez protagonizó un nuevo capítulo de El Cubo de Chilevisión, donde habló de su dura infancia de necesidades e incluso violencia física que sufrió por parte de su padre.
Otro de los aspectos conocidos por el público fue su dura adicción a las drogas, que lo mantuvo atrapado durante 15 años.
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El periodo más oscuro del Flaco, fue cuando empezó a consumir cocaína. Según él mismo reconoció, tuvo la oportunidad de decir que no, pero finalmente accedió.
Esto ocurrió después del éxito que tuvo después de su participación en el Festival de Viña del Mar, con Dinamita Show y que lo llevó a gastar grandes sumas de dinero.
Incluso llegó a pagar lo equivalente a tres departamentos y cuatro autos, según su testimonio. “Al tomar la adicción, tu empiezas a entrar en este mundo del narcotráfico, a conocer las mañas, a dar confianza a los dealers…”.
Contó también un episodio riesgoso: “había un dealer que me fiaba a mí, entonces yo iba a buscar todos los días y yo pagaba los viernes, entonces yo pagaba semanalmente $600 mil, era variable, $600 u $800 mil pesos según lo que estaba consumiendo (…) Tenía pega… de repente yo compro 50 gramos, que eso es mucho y yo le digo al dealer ‘que Dios te lo pague’ y me dijo ‘si h*** donde estés te voy a buscar a balazos’. Entonces yo me fui y ahí hay un episodio, no me acuerdo qué episodio hay, que yo caigo a la cárcel o me salta algo que yo tenía o me pillaron, no me acuerdo bien el episodio, pero sí se caen las pegas, se vino el derrumbe y quedamos sin pega“, comenzó contando.
A esto agregó que “y pasa la semana y no había cómo pagar y pasan las semanas y de repente, pasaron como dos meses y me sale una pega en La Florida, en el gimnasio municipal de La Florida. Yo ni me acordaba del dealer y salgo a la calle y estaban los dealers y me mostraron las pistolas ‘¿así que no quieres pagarnos?’ y yo le dije ‘no compadre, nada que ver, tú leíste las noticias, viste los diarios, yo estuve en cana se me cayeron las pegas, yo de aquí me iba a tu casa a pagarte“. Ahí cuenta que todo lo que ganó esa noche lo tuvo que pagar.
Sin embargo, actualmente lleva 13 años, desde que le soltó “la mano al demonio”, sin recaídas, “claro que yo no puedo decir que yo estoy rehabilitado, yo no puedo decir que soy un exdrogadicto, yo voy a seguir siendo un drogadicto porque yo todos los días me levanto y tengo que luchar con este demonio que me empuja a consumir”.