La madre de Madeleine, Kate McCann, ha dejado varios regalos de Navidad en la habitación de su hija, con la esperanza de que alguna vez pueda regresar a abrirlos.

Y pretende dejarlos en su habitación rosada indefinidamente, la misma que no ha sido alterada de ninguna forma durante los casi diez años que Maddie lleva desaparecida.

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La pieza se ha convertido en una especie de santuario para sus padres, y está repleta de presentes tanto de Navidad como de cumpleaños, acumulados durante todos estos años.

La mujer de 48 años, señaló cómo extraña, desesperadamente, pasara la Navidad con su hija, quien se emocionaba profundamente en esta temporada y le encantaba cantar villancicos.

Kate, quien ha pasado diez navidades sin su hija, agregó que en todo este tiempo, estas celebraciones se han “teñido de dolor y anhelos”. “¡Ella debería estar aquí y deberíamos estar celebrando con ella!“, indicó, según consigna el medio inglés Metro.co.uk.

En mayo del próximo año se cumplirá una década desde su desaparición de un complejo hotelero ubicado en Praia da Luz, Portugal. Cuando Maddie tenía apenas tres años.

Tanto Kate como su marido Gerry (48), quienes también tienen mellizos de 11 años, Sean y Amelie, nunca se han rendido en la búsqueda, pues aún creen que estaría viva.

Nosotros no hemos perdido la esperanza de que podamos celebrar otra Navidad con ella. Si existe algo que nos conduzca a ella, sin duda lo tomaremos. La necesidad de buscar a Madeleine no ha cambiado en absoluto“, señalaron.

Por último, los McCann pasaron una Navidad en su casa de Rothley, Leicestershire, Inglaterra, y durante el 25 se llevó a cabo una misa en la que se encendió una vela por Maddie.